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17.1.07
10.1.07
Qué hacer con los tristes
Un amigo ha preguntado que qué podemos hacer con los tristes. Les recetaría un poquito menos de lucidez, un sorbo de buena suerte (siempre cuenta), quitar con una cuchara los bordes de insatisfacción, tópicos, películas de Meg Ryan y programas familiares. Que sigan con sus dosis de búsqueda, decepción. Eso significa que saben qué coño es esto. Que "esto" es no tener nunca las cosas claras. Que esto no es lo que nos vendieron.
5.1.07
Risto Mejide escribe... y bien
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O no, espera, ser triste es no acordarse de cómo suena la propia carcajada. Alegrarse el tiempo justo que se tarda en volver a tropezar con uno mismo. En una palabra, sobrevivirse. Cuando se es triste, ya pueden sobrarte motivos para dejar de serlo. Ya puedes estar con la mujer de tu vida, o con el hombre de la vida de otra. La alegría se tiene, en la tristeza se está. Al igual que ocurre con las ciudades, los países o los patios particulares, hay personas en las que siempre llueve.
A esa gente va dedicada esta línea. Y esta. Y esta. Y todas las que vendrán. Todas las que hagan falta para soplar las nubes de sus únicos días sí. Que son suyos, y de nadie más. Que nada ni nadie se los joda. Por favor."
Risto Mejide
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