25.2.08

Las cosas siempre vienen juntas. Cuando después de un tiempo vuelve tu mejor amigo, también hay una fiesta de cumpleaños donde te lo pasas pipa. Cuando estás preocupado porque un familiar tienen problemas de salud, también los tiene otra persona cercana. En los días estos de apuntar en la agenda de lo libre, contento y completo que te has sentido, agárrate a la silla, que mañana vendrán varias noticias malas juntas (también al contrario, menos mal). Distintas interpretaciones de ésto:
- Un pesimista: No rías muy fuerte que al día siguiente viene la tormenta. No hay bien que cien años dure.
- Un optimista: Después de un día malo viene uno mejor. No hay mal que cien años dure.
- Un poeta: Es un cúmulo de casualidades que responden a una historia completa, cada día cambiante. Estas casualidades tienen siempre un mismo signo porque no lo son tales.
- Solomon y Corbit: El cuerpo humano responde a las novedades con intensidad. Cuando pasa el tiempo y se ha habituado al estímulo, baja el grado de reacción con lo que, acostumbrado a un tipo de afecto, al bajar de nivel, el organismo lo interpreta como una reacción del signo contrario. Por ejemplo, siempre has querido un Ferrari. Tu padre que es rico te lo compra. Los primeros días eres el hombre más feliz del mundo. Hasta que te habitúas, tener tu Ferrari ya es algo normal, y ahora quieres una Harley y te entristece no tenerla. o simplemente piensas que el Ferrari no te da la felicidad y que te falta algo.

18.2.08

¿En qué momento pasamos de pensar que todavía hay tiempo a que ya es demasiado tarde?

14.2.08

Hermosos y malditos

Una pareja de niños ricos y guapos se casan. No hacen nada excepto salir de fiesta y gastar la asignación mensual que les da el abuelo de él. Tienen muchos amigos, en especial dos, un escritor mediocre y apasionado por la literatura, del que se ríen, y un cínico e inteligente Maury Noble. ¿Porqué precisamente a éste es el único al que nombro?. Es un personaje inquietante. De joven bebe y sale de fiesta como el que más, pero en algunos de sus brillantes discursos se le percibe una lucidez extraordinaria que hace que se de cuenta de todo, que sea capaz de adaptarse a lo que les va a ir sucediendo y que le sea prácticamente imposible implicarse con nada ni nadie. Cuando ya dejan de ser jóvenes y necesitan ganarse la vida el protagonista dice que no cederá en su estilo de vida por las exigencias inútiles de la sociedad. Eso hará que no trabaje, que poco a poco se vayan arruinando (una vez que el abuelo le deshereda al ver en directo una de sus noches de juerga) y que su vida y la de su mujer se vaya convirtiendo en un infierno. Pero su amigo, Maury, es fiel a su frase "trabajaré como el que más para demostrarle a todo el mundo que es algo inútil". Así, con el paso de los años, el matrimonio se arruina (económica y sentimentalmente), mientras sus amigos prosperan. El escritor se convierte en un éxitoso novelista, aunque conocido por su mala calidad, y Maury se hace un rico hombre de negocios. Al escritor le hace prosperar su pasión por la literatura (aun sin talento) y a Maury su capacidad de trabajo (dentro del marco de su cinismo).
Uno de los capítulos finales nos presenta al protagonista con una borrachera y completamente arruinado, hasta el punto de no tener qué comer para esa semana. Se gasta sus últimos dólares en whisky y vagabundea por la ciudad buscando un conocido que le preste dinero. Cuando eran ricos media Nueva York eran amigos suyos, ahora que están sin blanca todo el mundo les da de lado. Hasta Maury Noble cuando lo ve le rehuye diciendo que no tiene tiempo. Todos, menos el escritor, que se lo lleva a su casa, le da dinero y le invita a varios whiskys.

Francis Scott Fitzgerald: http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2292

6.2.08

Veo un hombre gordo y sucio con andares rápidos y el ceño fruncido. Una chica joven con botas de pelo, el ombligo al aire y el cabello fucsia. Dos mujeres de unos cincuenta años que hablan a gritos entre ellas, con olor a perfume antiguo y denso, y muy maquilladas. Un extranjero, rubio, con la piel casi transparente, muy delgado, sonriente e inquieto. Una parejita universitaria que entre beso y beso no logro verles las caras. Dos amigas de poco más de treinta años hablando de sus respectivos enfados con sus respectivos novios. Un albañil con mono azul manchado y roído que huele como a metal y que da una cabezada en el asiento del autobús. A veces un chico, muy joven, con gesto tímido y asustadizo entra en el bus vestido con ropa manchada y vieja de trabajo. Suele ir en mangas cortas hasta en el frío del más frío invierno. El otro día estuvo a punto de perder el autobús. El conductor tuvo que frenar en seco metros más adelante de la parada, y entonces subió. Estaba colorado y sudoroso como de haber corrido. Buscó un asiento libre y esperó poco tiempo para bajarse, en medio de una autopista. Siempre lo veo alejarse por el arcén con su bolsa de trabajo en la mano, solo. Pero ese día había atasco en la carretera y me dio tiempo a seguirle con la vista mientras sorteaba los coches para llegar al otro arcén y, todavía sudado y mirando hacia el suelo, encaminarse a un descampado de las afueras de la ciudad.

2.2.08

De blanco y almendra

Tras años de matrimonio fatigoso y árido, se separan. Se van a vivir a distintas ciudades. Y una noche cualquiera, él la llama. Se enfadan, tú tienes la culpa, no te preocupabas por mi... Ella acaba llorando, él se siente apenado, intenta consolarla. Preferiría estar ahí, no me fui porque quisiera, me echaste tú. Ella se ablanda poco a poco, ya no está a la defensiva, y le pregunta que cómo es ahora su casa. Le manda fotos por internet para que lo vea, y ella lo siente más cercano que hace años, ya no está teñido de rutina. Ya que estamos, mándame una foto tuya, a ver cómo estás ahora. Él se la manda y va vestido todo de blanco. Yo también estoy toda de blanco, ¿qué tienes en la mano izquierda?. Almendras. Yo también tengo almendras aqui...