29.12.06

Herzog

A Dios: Cuánto ha luchado mi mente para encontrar algún sentido coherente. No lo he conseguido. Pero he querido hacer tu incógnita voluntad, tomándola y tomándote a ti, sin símbolos. Todo lo que tiene un intenso significado. Sobre todo si yo quedo fuera.

A su madre: La vida que me diste ha sido muy rara, y quizá la muerte que he de heredar ha de ser más curiosa. A veces he deseado que me llegue pronto. Sí, la he esperado con ansia. Pero sigo del mismo lado de la eternidad que siempre. Del lado de acá. Y más vale así, pues todavía me quedan algunas cosas que hacer. Desde luego, han desaparecido algunos de los objetivos que tenía yo en la vida, pero tengo otros. La vida en este mundo no puede ser tan solo una película. Y en mí hay terribles fuerzas, incluidas la capacidad de admiración o de elogiar, energías, incluida la de amar, que me han sido muy perjudiciales, y que han hecho de mí un idiota porque no he sabido dominarlas. Tengo que librarme de ciertos tormentos persistentes. Así, he de librarme de la hiperactividad de esta cara mía. Lo primero que debo hacer es ponerla al sol.

A sí mismo: Por qué ser un tipo tan emotivo... Pero lo soy. Sí, lo soy, y a los perros viejos no se les puede enseñar. ¿Para qué luchar contra ello, si soy así irremediablemente?. Es mi inestabilidad la que me sirve de estabilizadora. No la organización, ni el valor, como les pasa a los demás. Comprendo que es penoso ser así, pero así soy y no hay remedio. Situándome en estos términos, incluso yo, puedo captar ciertas cosas. Quizá sea la única manera de comprenderlas. He de tocar el instrumento que me ha caído en suerte.

Al amor: Sé muy bien que esta extraña organización ha de morir. Y por dentro, algo, algo, sí, la felicidad. "Me conmueves". No hay elección. Algo produce la intensidad, un sentimiento sagrado, lo mismo que los naranjos dan naranjas, o los pájaros dan calor. Unos corazones engendran más amor y otros menos, seguramente. Pero, ¿significa esto algo?. ¿Es una idiota alegría lo que hace a este animal, el más peculiar de todos los animales, exclamar algo?. Y ¿es posible que esté convencido de que esta reacción es una prueba y un signo de eternidad?. "Me conmueves". Pero, ¿qué quieres, Herzog?. En fín, así es, no una cosa solitaria. Estoy bastante satisfecho de existir, después de todo. De ser como está mandado y por todo el tiempo que pueda permanecer en esta vida.

Saul Bellow

26.12.06

Me duelen las navidades


Cómo me duelen las navidades. Irritarme, creerme feliz hasta que veo una mano que pide, el gasto inmenso, dinero, dinero, dinero. La época del año donde hay más suicidios y más ingresos en psiquiatría. Obligación, marginación, frío, hipocresía, no sentirse a la altura, no sentir tu vida a la altura de todo lo que exigen, los programas de Raphael, el recuerdo de que hay que ser bueno, generoso, el agosto de ong´s y tiendas. Me duelen las navidades desde que dejé de ser niña y empecé a añorar lo que tuve y lo que nunca tendré.

24.12.06

15.12.06

Deja vu

Desde que me he levantado no he hablado con nadie, excepto en el trabajo. Según van pasando los minutos mi ánimo se va haciendo más y más insoportable. Pero resulta que la ciudad está llena de gente, (y de coches). Subo al autobús urbano, me agarro como puedo a la barra para no caerme, y aún así casi consigue el conductor tirarme al suelo (día completito). Pero, ¡oh, sorpresa!, veo allí al fondo dos asientos libres, cosa inexplicable en hora punta. Voy disparada hacia ellos y me siento delante de un chico joven. Está dormido, con la cabeza hacia atrás y la boca abierta. Lleva unas gafas de miopía enganchadas en su enmarañado pelo rubio. Y pienso en lo que me dice siempre una amiga mía, "unos mean en lata y no suena". Y me imagino a mi en la misma postura y sería de todo menos agradable de ver. Tiene una nariz algo grande, pero los labios igual de grandes, y la cara afeminada le da un cojunto armónico. Me digo, tiene que ser gay. Con un jersey morado, y perfectamente conjuntado con su mochila. Pero sus piernas abiertas 90 grados, y su descuidado aspecto me lo hacen dudar (además de mis feromonas que chillaban que "eso" no podía ser gay). Cuando se da cuenta de que hay alguien delante se incorpora, cierra la boca, y se pone y se vuelve a quitar las gafas. Durante unos minutos mira alrededor como perdido, con los ojos hinchados todavía del sueño y me mira. Abre su mochila y saca un libro. "Sonatas de Schubert" en inglés. Me doy cuenta de que en su mano izquierda lleva una venda, como la de los futbolistas, y me acuerdo de que en el conservatorio los violinistas las llevaban, en la mano izquierda, para no lesionarse con las notas más agudas. La mayoría de las sonatas de Schubert son para violín y piano. Es violinista. Parapetada tras mis gafas de sol no aparto mis ojos de cada uno de sus detalles. Detrás hay unas mujeres mayores que vuelven la cara para verle y cuchichean. Pero mi calle está cerca. Bájate aqui, bájate aqui. Cojo mi bolso, clara señal de que mi parada es la siguiente. Me mira, me deja paso y me voy. Él viene detrás mía. Bajamos del bus y, como no, yo voy hacia izquierda, y él a la derecha.
Horas más tarde llego a mi casa y, todavía no sé porqué, me pongo a buscar en el youtube. Y menos sé aún porqué encontré un vídeo de "The way we were". Y cuál sería mi sorbresalto, estúpido e infantil, pero sobresalto al fin y al cabo, al ver el comienzo de la película. Él hermoso, y digno... con el cabello rubio y durmiendo con la cabeza hacia atrás y la boca abierta. Y ella fea y contestataria, que le mira.

Tal como éramos


P.D.: La escena más erótica del cine. Robert Redford está borracho y confunde a Barbra Streisand, una fea solterona, con su escultural novia. Se meten en la cama, entre la sorpresa de ella y los litros de alcohol de él. Moraleja: lo que se puede hacer con la imaginación, con un chico guapo, y con los hombre borrachos.

8.12.06

Países y cine

Imagináos la típica escena de amor. Se quieren, y tienen detrás una historia en la que se han conocido pero no lo sabían.

HOLLYWOOD: Una calle de un barrio residencial típico americano, con las casas enormes, sus jardincitos y el cochazo en la puerta.
Siempre hay un niño que pasa en bicicleta. Ellos, como no, monísimos, limpísimos y perfectos.

- Hace tiempo que pienso en ti. Sé que eres mi destino. He tenido muchos fracasos hasta encontrarte. Vámonos juntos.
- Es verdad. Dejemos todo y vámonos. Vayamos en busca de nuestra felicidad...


FRANCIA: Ella con ojeras, él despeinado, pero sin perder una gota de glamour. El fondo un interior u oscuro. Un primerísimo primer plano de ambos de cuello para arriba. A ella se le ven las arrugas.

Él: ..............................................................................
Ella: ...........................................................................


ARGENTINA: Una calle en el centro de Buenos Aires. Él es Ricardo Darín.

- Che, ¿no vas a decirme nada?.
- Qué te voy a decir que vos no sepás. Sos profesor de Universidad. No creemos en eso, son boludeces.

Aparece el amigo graciosillo, se reconcilian, superan con más o menos esfuerzo los obstáculos, y logran vivir medio felices en su pisillo, con alguna triquiñuela y muchos chistes intelectuales.


ESPAÑA: No es la escena típica. Son guapos pero el equipo de maquillaje ha tenido muy, pero que muy poco trabajo. Es un piso en el centro de Madrid o Barcelona, viejo y casi sin decoración. Ella está orinando, haciendo pis.... como lo queráis decir. Y él rascándose los... también como lo queráis decir.

- Vente a la cama.
- (ella va)...


CHINA: Él la mira, ella le mira. Se acercan. Bajan la cabeza. De fondo se ve un paisaje espléndido. Los colores son borrosos, pero muy intensos. Cada plano parece un cuadro, y cada movimiento de ellos, medido.

- No sabía que vivía usted cerca.
- Sí, vivo en la calle Chuang.
- He oído que en esa calle venden las mejores flores de loto.
- Si, es cierto.
- Se miran, acompasados, sonríen, y se van.

6.12.06

Peras al olmo

No me gusta cómo escribo. Me leo y me aburro. Lo que pongo casi nunca es lo que quiero decir. El resultado de todo es una forma absurda, de niñata. Y el contenido, como me dijo un amigo, al mejor estilo Coelho. Me rasco, y me rasco la cabeza, intentando encontrar una respuesta, un atisbo de calidad, algo que se salve. Pero sólo se me ocurre leer otros blogs, y cagarme en la madre que me parió sin un mínimo de talento. No quiero ser buena, no quiero dedicarme a ello, ni ser la mejor, por supuesto. Pero, joder, sólo quiero que estas ganas de expresar, no sé qué, se reflejen un mínimo tal y como lo siento. Pero es inútil...... Ahí os quedáis.......Y aqui me quedo yo con mis ganas..... Por si hay algún masoquista, puede pinchar en NOVELA.

1.12.06

Síndrome del alienado

Marcos parecía una hombre normal. Pero no. Estaba enfermo. Siempre se sentía solo. Como mucho le quedaba tiempo para distraerse. Se imaginaba flotando por encima de la gente, lejos, muy lejos de todos. Como si estuviese viendo una película. Nunca había estado con nadie, ni conocía el amor. Tampoco le interesaba. Sólo era feliz haciendo lo que más le gustaba, pintando. Hacía tiempo que dejó de pedir alguna persona que le amase, primero, y más tarde que le hiciese compañía. Ahora sólo deseaba que le dejasen tranquilo, y que no le metiesen en problemas. Envidiaba a todo el mundo, todos parecían tan felices, tan naturales, viviendo. Nunca nadie le había considerado importante, había crecido con la idea de que era secundario. Y lo peor de todo era que así parecía ser. Pensando en cómo podía cambiar esto un día decidió ir al psicólogo. Le contó todo, cómo se sentía, qué hacía, durante varias sesiones. Después de las cuales, con una sola frase le dijeron el diagnóstico y tratamiento. Tienes el síndrome del alienado. Si ves el mundo distante, acércalo.