30.7.08

Amor loco

"Te deseo que seas locamente amada"


"Aquella joven que acababa de entrar parecía como rodeada de un vapor (¿vestida de fuego?). Todo se decoloraba, se helaba junto a esta tez soñada en un acorde perfecto de herrumbre y verde. Ya la había visto entrar dos o tres veces en aquel lugar: en cada ocasión se me había anunciado, antes de ofrecerse a mi mirada, por no sé qué sensación de estremecimiento de hombro a hombro que llegaba ondulante hasta mí atravesando aquella sala del café desde la puerta. Tal certidumbre, para mí bastante exaltante por sí misma en aquella época, corría el riesgo por otra parte de obsesionarme durante el tiempo que transcurría entre sus apariciones reales, ya que una intuición muy vaga, desde los primeros instantes, me había permitido considerar que el destino de esa muchacha pudiese un día, por muy débilmente que fuera, establecer algún vínculo con el mío. Yo acababa de escribir algunos días antes el texto inicial de este libro, texto que informa acerca de mis disposiciones mentales y afectivas de entonces: necesidad de conciliar la idea de amor único y de su negación más o menos fatal en el marco social actual, afán de probar que una solución más que suficiente, netamente excedente de los problemas vitales, puede ser siempre esperada del abandono de las vías lógicas ordinarias. Nunca he dejado de creer que el amor, entre todos los estados, es el mayor proveedor en materia de soluciones de este género, siendo él mismo el lugar ideal de reunión y de fusión de estas soluciones. Los hombres desesperan estúpidamente por amor (yo mismo lo he hecho), viven dominados por la idea de que el amor está siempre detrás de ellos, nunca delante, los siglos pasados, la mentira del olvido a los veinte años. Soportan y se acostumbran a admitir sobre todo que el amor "no es para ellos", con su cortejo de claridades, esa mirada al mundo que está hecha de todos los ojos de los adivinos. Cojean de recuerdos falaces a los cuales llegan incluso a atribuir el origen de una caída inmemorial para no sentirse demasiado culpables. Y sin embargo para cada uno la promesa de cualquier instante venidero contiene todo el secreto de la vida, con la posibilidad de revelarse un día azarosamente en otro ser."

André Breton



26.7.08

Entrada Nº 200

GILGAMESH
A current under sea
Picked his bones in whispers. As he rose and fell
He passed the stages of his age and youth
Entering the whirlpool
(Eliot)

Recuerdas la última visita al mar
y dejas en claro
que todo ha sido ilusión:
las aves pescadoras,
niños que jugaban
a erigir imperios de arena errante

sus padres
(lo más parecido a la autoridad sobre estas playas)
bombardeándolos con advertencias
y amenazas
(los adultos no conocen límites
hasta que el océano de los quejidos
desborda sus miradas)
todo: el deseo reprimido
la brisa erosionada
(aquí tenue y vacilante)

–incluso el sol en su ardorosa altura–

todo es fruto de recuerdo y nostalgia


con qué agrado se te abriría
un remolino dónde ahogar
al desconsuelo


No hay fiebre más álgida
que saberse innecesario


Epítome del fracaso
sólo conservas un íntimo vacío:
desborda el pecho
se anida en la garganta
infecta las palabras



A dónde ir que no encuentre mi propia ausencia
en qué refugio exiliar a la memoria...


Quieres emigrar de la vida misma
pero ignoras cómo dar el salto
sin que extienda sus muros
el remordimiento



Oh, angustia
por qué no
arrastras mi respiro
usurpaste
como usurpaste

todo canto al mar



ENKIDU

"-Gilgamesh, ¿Porqué vagas de un lado para el otro?.
La vida que persigues no la encontrarás jamás.
-Después de haber caminado por la estepa como un vagabundo,
¿me espera sólo reposar en la Tierra
y dormir en ella por toda la eternidad?.
Mis ojos desean ver el Sol, saciarse de luz.
¡Que la sombra se aleje de la luz, tanto como pueda!.
¿Cuándo un muerto podría ver de nuevo el esplendor del Sol?".


Antes protectora
La luna
Qué digo
Nunca
Promesa de inciertos misterios.
Según pasan los años
cadáveres aburridos
Rutinas heladas
que desesperan
antes de congelar.
Dura en piedra
La almohada de mis noches.
No dejo de soñar
No quiero morir en vida
muerto al menos no se siente.
Tanta vida para tanto muerto.
Y el mar
Allí
A lo lejos
Para otros.
Recuerdo del eterno retorno
De la pérdida
Ahondas en tu memoria
Y nada, ¡ay!, que te sostenga,
corrientes de segundos
ligeros e inútiles
Como un río seco.
Y seca la edad.
Y algo con forma de cuerpo
Hace por respirar el tiempo que le queda
hasta eso le agota
pobre cuerpo agotado
Cuando mira miope el horizonte
Y hay nada
Uno es nada
Y la nada es más que uno.
Terminará por desconectar
La máquina escéptica
Que mantiene al vegetal
Con y sin vida
Para ir, por fin,
A la nada.

(Escrito a 4 manos. Gracias, Carlos)

15.7.08


En un mes dos conciertos de Manolo García, uno en Sevilla y otro en Málaga. No tanto porque a mi me encante, si no porque estoy rodeada de fans de él (y porque me apunto a un bombardeo, la verdad sea dicha). Y, eso sí, de mis favoritos, por fin el 16 de Agosto. Calamaro en Almendralejo. Allí estaré. Por ahora no se apunta ni Panete. Me da igual. Aqui pongo un vídeo que grabamos en el concierto, y una foto en la que me tapan la cara...





"Brindo por las mujeres que derrochan simpatía,
Brindo por los que vuelven con las luces de otro día
Brindo porque recuerdo tu cuerpo, pero olvidé tu cara,
Brindo por lo que tuve porque ya no tengo nada...

Brindo por el momento en que tú y yo nos conocimos
Y por los corazones que se han roto en el camino.
Brindo por el recuerdo y también por el olvido
Brindo porque esta noche un amigo paga el vino...

Porque la vida es dura por el fin de la amargura,
Brindo porque me olvido los motivos porque brindo.
Brindo con lo que sea que caiga hoy en el vaso,
Brindo por la victoria, por el empate y por el fracaso...

Brindo por seguir queriéndote toda la vida,
Casi esta lleno el vaso con la sangre de otra herida.
Brindo con emoción pero también brindo con frialdad,
Que la salud no falte a toda la humanidad...
Desde un rincón del mundo... brindo contigo...

Caiga quien caiga brindo sobre la luz de una vela,
Toda la noche brindo y que la mañana venga.
No es un momento triste, ya que brindo con amigos,
Brindo por el futuro con la noche de testigo...
Si alguna vez no brindo siquiera por tonterías,
Brindaré con silencio por la fortuna perdida.
Brindaré muy en serio por una vez en la vida,
Brindo hasta la cirrosis por la vacuna del sida...
Desde un rincón del mundo...brindo contigo...salud! "


4.7.08

Noche de San Juan

Siempre he tenido algo especial con la noche de San Juan. Eso de que se queman las cosas malas, viene el tiempo bueno, de ocio, el comienzo de un nuevo ciclo (en positivo)... Hace unos años estaba en un apartamento en la playa y a las 12 de la noche fui a sacar la basura. Vi tal espectáculo que me senté en la arena y me quedé a verlo. Cada dos metros había una hoguera, tantas que casi parecía de día. Gente bailando, hablando, comiendo, bebiendo. Y las estrellas y la luna llena alli arriba. Yo estaba sentada abrazándome las rodillas, y con una media sonrisa en la cara. Hasta que el grupo que tenía más cerca se me quedaron mirando, me entró vergüenza y me volví a casa.

Desde entonces no he vuelto a "celebrar" esa noche. Pero este año, para romper la maldición, quedé con dos amigos y nos fuimos a la playa la noche de San Juan. Compramos unos botellines de cerveza, nos llevamos unas chaquetas porque hacía fresco (sobre todo mucho viento), y nos preparamos a lo que hiciese falta. Qué alegría, ver las hogueras, la gente cantando, las estrellas al lado del mar... Llegamos a la playa y estaba negra y vacía como boca de lobo. Había luna nueva y no se veía nada, tuvimos que encender los móviles para entrar (poco a poco nos fuimos acostumbrando a la oscuridad). Hacía un viento tremendo y la arena estaba húmeda y fría. El sonido de las olas, que no lográbamos ver, daba miedo, no sabías cuándo empezaban o cuándo terminaban. No era como nos imaginábamos. Eso sí, estaban las estrellas. Así que intentamos animarnos. Vamos a por las cervezas. Y en ese momento nos dimos cuenta de que no teníamos abridor. 5 cervezas de cristal, y no teníamos cómo abrirlas. Medio en broma, medio por investigar, cogí una, me la pegué a las muelas e hice fuerza.¡¡ Se abrió!!. Partidos de risa mis amigos me llamaban de todo, bruta, cazurra, te puedes haber roto los dientes... Pero como tenían ganas de cervecita, acabaron haciendo lo mismo. Con los botellines (abiertos) en la mano nos acercamos al agua, yo me atreví a averiguar dónde empezaban las olas, y chapoteé un rato. Un amigo sacó su móvil y puso música. Nos pusimos a bailar como borrachos, a carcajada limpia de ver al de enfrente hacer el tonto. Mezclábamos el salto de la rana con traspiés, con pseudobailes tribales, adorando la luna (que no se veía) y haciendo como que conocíamos el nombre de las estrellas. En ese momento se acercó un grupo de gente, con niños y perros, y encendieron una hoguera. Cuando se vió la primera llama importante nos pusimos a aplaudir y le hicimos fotos como si acabáramos de ver un ovni (de hecho, cuando las vimos, es lo que parece). Uno del grupo gritó enfadado que era la única playa de España donde estaba prohibido hacer hogueras la noche de San Juan. Vimos pasar un coche de policía (escondimos a toda prisa los botellines, aunque no está prohibido...) pero no les dijo nada.
La música nos duró muy poco, la batería del móvil de mi amigo se agotó, así que a los bailes les siguieron los chistes y los comentarios de los realitys del momento. Tengo muy pocas fotos, todo estaba negro y no sale, además, íbamos en chandal y los presumidos no querían salir con pintas de canis, ¿verdad?. Me partí de risa cuando mi amiga y yo, ya en el piso, nos acostamos en un colchón y el otro quería dormir con nosotras, se puso en medio y dijo que si alguien no estaba de acuerdo, que se fuera a su colchón.
No sería lo que esperábamos, pero sí fue una celebración de la noche de San Juan.

1.7.08

El destino llama a tu puerta, España.

Estamos en crisis, pero qué felices hemos sido los españoles por unos días. España campeona de Europa (sólo nos queda Argentina y Brasil para comernos el mundo). Ahora esos 23 jugadores son nuestros colegas, y el entrenador un Dios. Nos olvidamos de cuando los criticábamos por no poner a Raúl, cuando los jugadores se iban de juerga, que nunca pasamos de cuartos... Lo que mejor lo define es lo de "HAN vuelto a perder", "HEMOS ganado la Copa".
Por mi parte me alegro de ver a un portero humilde y bueno como es Palop poniéndose la camiseta de Arconada cuando le metió el gol Platini. O Sergio Ramos con la bandera de Andalucía y una foto de Puerta (qué lástima, habría estado ahi). Me ha hecho gracia el show de Reina, poniendo a cada uno sus motes, el chinito, el guaje, el empanao, el remos... El comentarista de turno hablando de los nombres tan españoles que había (Cesc, Iker, Carles, Xavi...). Éste último huyendo de los medios para no tener que decir "Viva España". Las viñetas humorísticas donde Ibarretxe se plantea ahora si hacer el referéndum separatista.
De todas formas, la vida es curiosa. Toda España, asada de calor, hasta las tantas vestidos de rojo, con banderas y bufandas, tocando el cláxon. Y siempre algo que te recuerda, cuidado, la vida está aqui. El día del partido contra Italia, justo en la prórroga, sonó un golpazo. Mientras pensábamos qué podía haber sido se oyeron los chillidos y lloros de un niño. Entonces sí que nadie pensó y todos salimos a la calle corriendo. Pero todos es todos. Las tres calles que lo escucharon. Con o sin partido. Dos coches habían chocado, a una pareja la tuvieron que llevar al hospital en ambulancia, y el niño que chilló fue del otro coche, más que nada por el susto. El conductor que se llevaron en ambulancia preguntaba si le había pasado algo al niño. Y el padre ayudando a la pareja. Parece como si alguien o algo nos hubiera agarrado y nos hubiera dicho, eh¡, que a todo bueno le acompaña siempre algo malo. Por si no habíamos entendido bien la lección en la final de nuevo la llamada del destino (qué bien quedaría ahora la quinta de Beethoven). En mitad del partido, de nuevo, llamaron. Una mujer embarazada de dos meses acababa de abortar. Mientras toda España saltaba de alegría, alguien perdió un hijo.