22.7.05

Un segundo 11-M

En Europa somos más humildes que en EEUU, incluso para las tragedias. El atentado de Londres de ayer no tiene los tintes apocalípticos del 11-S. Aquí son fallecidos, familias destrozadas, el fin del mundo para muchos,pero no de todo, todavía no se habla en esta parte del charco de las trompetas de los ángeles ni de los ríos de sangre (a no ser para dar el informe del cambio climático). Mientras, sigo con el messenger puesto, a ver si aparece, si hay alguna noticia nueva, pero nada. Miro su muñequito del mess, siempre rojo y cabezón, y pienso que estará de vacaciones, compartiendo ocio y fluídos con alguien, que se acordará de vez en cuando de mi, pero la gilipollas que no puede evitar ponerse en el puto internet todos los días soy yo. Dice que no hace nada por llenar el vaso, por conseguir lo que quiere y que me ha perdido por lo que hizo o mejor, no hizo, pero la sensación que me da es que le resbala mi asunto un poco, o sino es que es la persona más fría que puede haber. Se puede creer que eres un perdedor, tener complejo eterno de tu indefensión aprendida, pero hay que tener la sangre de horchata para que no acabes haciendo nada. Será que nunca le he importado realmente, será quizá que tiene razón y para él fue simplemente un engaño, un pasatiempo. No sé lo que fue o es para mi...pero porqué todo lo que hago, todo lo que pienso tiene marcos con su nombre. Puede que esa sea la vida que me gusta, patético-melancólica, y él ha sido el mejor argumento hasta ahora para crearla. Siento su proximidad siempre, como si a todas horas estuviera respirandome en el oído, como si me estuviese observando. Cuando me pitan los oídos tengo la ilusión de que está pensando en ese momento en mi...Pero me cabrearía si sólo fuese en ese momento. Todo lo que no son distracciones, todo lo que deja un hueco libre en mi cabeza, lo llena él. Y cuando estoy sola, o hastiada de mi mala suerte, llega a serlo todo. Alrededor todo son sus recuerdos y proyecciones de dónde y cómo estará ahora.

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