Esto no se lo conté nunca a nadie. Es una historia que me sucedió y que llevo dándole vueltas durante años. Así que la contaré.
Fui una tarde de hace unos años a natación, en pleno invierno, nevaba. Entré, como siempre, al vestuario, me puse el bañador, el gorro y a nadar. Había una chica de unos 35 años que parecía que no veía bien. Tanteaba el agua, daba vueltas alrededor de la piscina, hasta que se metió. Fue en busca de un hombre guapo, moreno, con un bañador negro, y se le agarró del cuello para el resto de la hora. Seguí nadando, pasó el tiempo y no supe más de ellos.
Meses después, me los volví a encontrar en la fiesta de la primavera. Ella iba con leotardos de corazones y flores, y él con blusa hawaiana fosforescente. Me vieron desde lejos, ni se me ocurrió pensar que se podían acordar de mi, así que cuando ví que se me acercaban, con intención de hablarme, me sobresalté. Me dijeron que me conocían, que eran amigos de mi ex-novio, que sabían que él me había dedicado un libro, que se llamaba como yo, y que me describe.
-¿Y cómo dice que soy?- pregunté, más desconfiada que contenta.
-No dice cómo eres, sino cómo eres tú en su vida, cómo cambió desde que te cruzaste en su camino, que está loco, que tiene hábitos extraños desde que te fuiste.
-¿Hábitos extraños?.
-Sí, se acuesta con todo lo que se le cruce por medio, hombre o mujer. Que no ve diferencia entre su rutina y tus recuerdos. Que se cabrea con los pájaros que le despiertan por la mañana, y maldice la primera luz del día. Que le gusta sentir en la espalda el frío de la pared mientras duerme. Lo primero que hace cuando va a acostarse con alguien es lavarse los dientes, pero siempre cuando ya están desnudos. Las noches de invierno se va solo al cine porno, aunque no duerma casi. Y va a todos lados con los walkman puestos, escuchando siempre la misma canción.
-Esos hábitos los ha tenido siempre.
-Sí, supongo. -Se quedó pensando, sin saber qué más decir, pero dándole vueltas a algo. Mientras, la chica de los leotardos excéntricos seguía agarrada a su cuello.
-Mira, no sé qué me queréis decir con esto.
-¿Sabes cómo se llama el libro?. "Suicidarse de a poquito".
-Es mentira. Todo esto es mentira. Él murió (quizá podamos escoger nuestra derrota). De hecho no existe. Ni vosotros tampoco. Y lo único que se llama "suicidarse de a poquito" es este relato. Pero...¿qué lo diferencia de la realidad?...
13.1.06
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
20 comentarios:
Interesante mezcla de realidad y ficción. Lo que parecía una historia personal, perfectamente verosímil, deriva en un relato de ficción en que los personajes tienen conciencia de ser eso, personajes, incluso el que habla, la voz narrativa. Estoy haciendo leer a los chavales Papel mojado de Juan José Millás y allí se produce algo parecido. Por cierto, me han encantado los leotardos de la chica.
... es una buena historia, tiene tanta realidad como fantasía se descuelga entre las palabras...
No me gustan los coments del palo "ui,muy bueno" y bla, bla, bla...
Pero quiero decirte, que este es uno de mis preferidos..
:)
Katsuuu!!
Gracias, Joselu. SI quieres te regalo para tus niñas unos leotardos iguales en su cumple, jaja. Y lo peor es que esto es de lo poco cierto del relato, esos leotardos...¡existen¡.
Gracias, Bito. Tengo tu avatar del "wanderer" en mi habitación. En cuadro.
Katsu, me alegro que te gustase, y que estés.
Un abrazo
Simalme: Ojo con determinados temas.POr lo demás hermoso.Un Abrazo
WOW!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
me encanto...me encantooooooo!!!..... hey esta semana ojo de boton regresar.a..yo le pondre mas empeño al blog y le doy el banderazo al Colectivo de Arte Urbano q he fundado en compañia de algunos amigos..
Me gustó. La relación de la alberca, y luego los leotrados, es muy bueno. Espero no te moleste el que lo critique, a veces eso caga, pero me hubiera gustado que cerrase con la mimsa narración, no con una explicación. saludos-
Me gustó. La relación de la alberca, y luego los leotrados, es muy bueno. Espero no te moleste el que lo critique, a veces eso caga, pero me hubiera gustado que cerrase con la mimsa narración, no con una explicación. saludos-
Me ha gustado. Volveré a pasarme por aquí, tu blog tiene buena pinta! :-P
Un saludo,
como siempre muy bueno , chauu
Gracias a todos. Bato, creo que tienes razón, mejor haberlo terminado así.
Hola.
Agradecer el que me hayas enlazado a tu ‘blog’ y decirte que he hecho lo propio con el tuyo (http://www.libretadigital.blogspot.com/).
Te pongo este mensaje aquí porque no he encontrado ninguna dirección de correo.
Respecto a tu texto decir que tiene ese punto de absurdo que da la realidad a veces, por donde se abre una vía de escape a las cosas imposibles. De todas formas ya con que sean verdad los leotardos y el título, la historia tiene su base.
Un saludo Silvia
hola !
pasaba por casualidad y me quede prendido en tu narración, muy bien lograda por lo demás.
Nuestras experiencias, sin duda, influyen en gran medida en nuestra personalidad, quien no ha tomado gestos o actitudes, de la persona con la cual ha compartido gran parte de su vida, el personaje que escribió el lbro la debe haber amado mucho, como para dejarse influenciar al exremo de hacer todas esas exentricidades, que el no estaba habituado antes de conocerla, suponiendo que no fuera ficcion, obvio.
muy buen post
saludos
jp
Paralelo 53° Sur
Historias Etílicas
Letras de insomnio
Me gusta, simalme. (Siento no pasar más, pero es que no me da tiempo a nada). Estoy de acuerdo con Bato: Mejor terminar narrando que explicando, no olvidemos que la literatura es mostrar, no decir)
Gracias Fmop. Te leo.
Bebedor Barney, me pasé por tus dos blogs, pero uno es muy pesado de leer, tiene más publicidad que una campaña política, y no precisamente de temas políticos. Pero me los leo.
Pablo, que alegría, cuánto tiempo. Enhorabuena por tus premios y, como le dije a Bato, toda la razón.
Gracias, Milezz, Juan Pablo. Os leo.
Saludos, Simalme, viene muy bien el blog.
Gracias por la cita de ismael. Tontamente me he sobresaltado al leerla. Es una canción que siempre me llegó. Un blog genial. Un besazo
De nada, Lau. A mi también me emociona. Gracias por estar por aqui.
Me ha estremecido la historia.
Publicar un comentario