Potenciando el dialogismo de Bajtin, eso de que uno habla con las voces de sus antepasados, conocidos...que han ido construyendo tu uso particular del lenguaje, vamos a hablar sobre algo escrito de algo que escribí. Me recuerda también a los niveles intermedios aristotélicos, entre metalenguaje y lenguaje objeto. Metalenguaje habla del lenguaje y el lenguaje objeto sobre la realidad circundante. Hay niveles intermedios que citan, hablan del lenguaje para tratar la realidad. Lenguaje y realidad. Sin enrollarme más que, como saben algunos, no me gustan los términos teóricos, lo que viene a continuación son tres voces (en realidad más). Está la mía actual, que es la voz que estáis escuchando. Está la voz de Rodrigo Córdoba, terapeuta capaz de hablarte de Winnicott como si fuera su hermano (con esas palabras que sólo entiende el que las habla o el que ha trabajado en ello toda la vida), y al momento siguiente llamarte moza mientras celebra el ascenso del Zaragoza. Y está mi voz de hace seis años, una voz más fresca y más capaz, que se atrevía a utilizar términos que ahora ya no sé qué significan... En fin, que agradezco esta revisión a Rodrigo, resucitó mi parte más teórica y más profesional que llevaba tiempo muerta... Aquí está el trabajo de tres voces principales (y muchas más secundarias, como Freud, Ortega...)
Lo que nosotros llamábamos “cultura”, espíritu, alma, lo que teníamos por bello y por sagrado, ¿era todo un fantasma, muerto hace tiempo y tenido por auténtico y vivo solamente por un par de locos como nosotros?, ¿Habrá podido ser siempre una quimera y sólo una quimera eso por lo que tanto nos afanamos nosotros los locos?.
Esfumada e irreal allí estaba la pequeña iglesia. De pronto se me representó el suceso de la tarde, la enigmática puerta de arco ojival, con la enigmática placa encima, con las letras luminosas bailoteando burlescamente. ¿Qué decían sus inscripciones? “Entrada no para cualquiera” y “sólo para locos”. Examiné con la mirada la vieja tapia deseando íntimamente que el encanto volviese a empezar y la inscripción me invitara a mí, loco, y la pequeña puerta me dejara pasar. Allí quizás estuviera lo que yo anhelaba.
Surgiendo ante mí de una oscura bocacalle, me asustó un individuo, un solitario que se recogía tarde. Sobre los hombros llevaba un palo con un anuncio. A la luz del farol intenté leer su estandarte, pero iba oscilando, no podía descifrarse nada. Entonces le llamé y le rogué que me enseñara el anuncio. Se quedó parado y en aquel momento pude leer con letras vacilantes e inseguras: teatro mágico. Entrada no para cualquiera. Sólo para locos.
-Le he estado buscando a usted – grité radiante -. ¿Qué es ese teatro?, ¿dónde?, ¿cuándo es?.
-No es para cualquiera- dijo indiferente, con voz de sueño, y apretó el paso.
-Espere- le grité, corriendo tras él-. ¿Qué lleva usted en el bolsillo?.
Sin pararse, sacó un pequeño folleto y me lo alargó. Era un librillo mal impreso, en papel malo. Cuando me puse a leer, vi , con asombro y con la impresión de que de pronto se me abría de par en par la puerta del destino, el título en la cubierta de este folleto: Tratado del lobo estepario. No para cualquiera.”
HERMANN HESSE
“Tal como nos ha sido impuesta, la vida nos resulta demasiado pesada, nos depara excesivos sufrimientos, decepciones, empresas imposibles. Para soportarla, no podemos pasarnos sin lenitivos. Las satisfacciones sustitutivas como la que nos ofrece el arte son, frente a la realidad, ilusiones, pero no por ello menos eficaces psíquicamente, gracias al papel que la imaginación mantiene en la vida anímica” (Freud, 1966).
Esto pertenece al trabajo: LITERATURA Y NARRATIVA: DEL ARTE A LAS CIENCIAS SOCIALES.
Silvia Mª Álvarez. Sevilla, 2003
Empieza con el Teatro de Hermann Hesse, ese lugar donde cerrando los ojos puedes construir en la imaginación lo que quieras. Cierra con Freud, recordando que éste se nutrió del arte y de la experiencia a la que llevó al plano del intelecto pero el educar viene del afecto y hay que sentir lo que se conoce para entenderlo.
Nos acerca a esa cualidad viva y dinámica del lenguaje, algo así como heteroglosia: La Heteroglosia, sostenida por el crítico literario Mijail Bajtin, según la cual cualquier idioma es el resultado de la interacción de diferentes dialectos, jergas, etc. Es decir, "diferentes formas de lenguaje asociadas con diferentes grupos sociales y los diversos puntos de vista de éstos; de manera que le hablante de una lengua tiene que apropiarse, partiendo de la boca de los demás de la lengua que habla y adaptarla a sus propias necesidades."
Semideterminismo, sostenido por Antoine Meillet, un ex discípulo de Ferdinand de Saussure, en conformidad a la concepción elaborada por Durkheim, considerando el lenguaje como un hecho inminentemente social, sostiene "las lenguas sirven para expresar la mentalidad de quines hablan, pero cada lengua constituye un sistema de alto grado organizado que se impone a los hablantes y da a sus pensamientos su forma; sólo se somete a la acción de la mentalidad en cuestión, de manera lenta y parcial".
El trabajo de Silvia comienza así: Si alguna vez sentí que estaba ante la definición de “literatura” fue al leer por vez primera este fragmento de El lobo estepario de Hermann Hesse. O, más exactamente, mi definición de literatura. Aunque fuese una quimera, aunque fuese irreal, me provocó una cantidad de sentimientos e intuiciones (a medio intuir) que me transformaron. ¿Qué es la literatura?. ¿Qué tiene que ver la literatura con la psicología o, más generalmente, el arte con las ciencias?. ¿Ha matado el posmodernismo al arte?. Particularmente creo que no o, para explicarme mejor, recurriría al texto de Hesse y diría que, aunque parezca que todo ello va extinguiéndose, siempre se seguirán viendo letreros con luces de neón que nos invitarán a pasar a un mundo paralelo que nos llamará por nuestro nombre más privado.
“No habría que inquietarse demasiado por el porvenir de la literatura: siempre habrá algo que contar y discutir, y siempre habrá quien lo sepa hacer con gracia, superando todas las dificultades” (Valverde, 1995).
Y es que como Winnicott agradece a sus pacientes "que pagaron por enseñarme", se les puede agradecer por descubrir(nos), por curiosidad, por hacernos crecer poniéndonos a prueba. Allí la aproximación al lenguaje es desde el sentido privado dentro de la relación que toma el discurso.
Hay un efecto perlocucionario (Austin), la intención de ese acto verbal, conducta.
Escribir es (como educar) más vivo cuando se hace desde el corazón, sintiendo lo que hago y transmitiendo al otro que conecte consigo mismo, eludiendo la negación, por citar un ejemplo, la intelectualización, tan profusa en estas líneas, etc.
Así pues podemos juntarnos en lo imaginario y unir en un espacio para recrear lo vivido entre los dos. Ese espacio es donde seguimos trabajando, lugar que Hector Fiorini recuerda en "El psiquismo creador".
Entender el lenguaje como el instrumento y vehículo desde donde transmitimos los sentimientos, las ideas, los pensamientos, es la forma que tiene el Sujeto para instalarse en relación a un otro, es su predicado para poder interaccionar.
El lenguaje puede ser creado a niveles que son difícilmente comprensibles desde fuera. Alguien que está escribiendo una biografía diferente, tomando referencias nuevas a los hitos vitales y asumiendo una nueva perspectiva de esas experiencias poco puede relatar intelectualmente a otro. Se trata de una vivencia transformadora. Llámese también Transferencia, elemento fundamental de las psicoterapis dinámicas. La gestalt con la inclinación hacia las emociones y la psicoanalítica hacia lo intelectual. Y cientos de miles matices.
En la propia relación es donde cobra valor esa experiencia, por eso no importa tanto el tener muchos datos, o mucha información, como comenta una persona que responde a los vídeos de Claudio Naranjo, ese profesional llega porque es genuino, auténtico y natural, hablando desde su Experiencia, la gestalt propone una experiencia que trasnforma el ser del sujeto liberándolo de la parte enferma.
El lenguaje es nuestro vehículo y es el representante de los sentimientos. Por tanto, este trabajo genial de Silvia y las ideas de Claudio, con mis aportes tienen una conexión, el sentir, el decir (como hacer) y el crear para seguir siendo a cada instante alguien diferente que transforme el mundo en el que vive de modo que sea mejor y más ajustado a su deseo. Sin componentes mágicos, desde la integración de la voluntad, los afectos, las fantasías y en general, la estructura de personalidad.
Creo que ahora mismo añoro las sencillas palabras de Claudio Naranjo para explicar lo difícil que es que alguien entienda que estos procesos trascienden lo que el intelecto común y corriente nos dice. Pensar en aquel elefante que está atado a un palo con una cadena, un pequeño elefante que gira alrededor del palo. Con el tiempo crece y se hace más voluminoso, no obstante sigue en ese perímetro de seguridad, en la superficie donde se ha movido toda su vida.
Si alguien desea salir de la arena del circo hay que luchar. Y tenemos el lenguaje para ello.
Les dejo con Silvia: Por todo ello, la ordenación histórica de las obras literarias que veo más interesante es, precisamente, la de un escritor. Milan Kundera distingue las diferentes tendencias y periodos en la historia de la novela según las respuestas a las preguntas “¿qué es el yo?”, “¿hacia qué aspecto se orienta?” (Kohan, 1998):
- La acción.
Los primeros narradores europeos no conocen el enfoque psicológico. Bocaccio nos cuenta simplemente acciones y aventuras. Sin embargo, detrás de todas esas historias, se nota una convicción: gracias a la acción el hombre sale del mundo repetitivo de lo cotidiano en el cual todos se parecen a todos. Gracias a la acción se distingue de los demás y se convierte en individuo.
- Los pensamientos y los sentimientos
Cuatro siglos después, Diderot se muestra mas escéptico. Su Jacques el fatalista creía empezar una aventura amorosa cuando, en realidad, avanzaba hacia su invalidez. Nunca podrá reconocerse en su acto.
La búsqueda del yo en la novela se desvía del mundo visible de la acción y, en el siglo XVIII, Richardson descubre la forma de la novela por medio de cartas en las que los personajes confiesan sus pensamientos y sentimientos.
- La introspección
El apogeo de esta evolución se encuentra en Proust y Joyce. El primero aprehende el tiempo perdido; el segundo se apodera del momento presente. Pero la búsqueda del yo concluye una vez más, con una paradoja; cuanto mayor es la lente del microscopio que observa el yo, más se nos escapa éste y su unicidad.
- El instante
Es la forma en que novelistas como Kafka conciben el Yo: se remite al pensamiento interior. Pero toda la vida interior esta absorbida por toda la situación presente que atrapa.
Esto resulta interesante, además de por la ordenación histórica de la literatura por, a partir de las obras literarias, llegar al concepto del yo predominante en cada periodo temporal.
Con estos breves trazos acerca de la historia de la literatura nos percatamos de que la historia nos aporta información de la literatura, pero también a la inversa. Si esta creación (y transmisión) cultural señala costumbres, pensamientos, sentimientos de una época, ¿no sería lícito hablar de la “psicología” de determinado periodo temporal a partir de ello?. Y, si conocemos los rasgos comunes de una época, ¿no lograríamos discernir las características distintivas de una determinada obra, y por tanto de su autor?. ¿Qué relación hay entre obra y autor?:
“Conviene que, haciendo un esfuerzo, distraigamos la vista de Don Quijote y, vertiéndola sobre el resto de la obra, ganemos en su vasta superficie una noción más amplia y clara del estilo cervantino, de quien es el hidalgo manchego sólo una condensación particular. Éste es para mí el verdadero quijotismo: el de Cervantes, no el de Don Quijote” (Ortega y Gasset, 1981).
Antes de la cita de Freud de arriba se refiere a estas líneas que nos sitúan:
“Espacio, tiempo y sujeto son las condiciones de la acción. Mencionemos, en primer lugar, el significado de espacio y tiempo. El espacio es el ámbito del cual surge la disciplina de la geografía, pero también es el principio de la arquitectura, de la geometría, del dibujo. El tiempo es, por supuesto, el ámbito de la historia, pero también lo es de la fisiología, expresado en los ritmos del corazón y de la respiración. Es punto de partida de la música. Aparece en la geología, en la astrofísica, en la astronomía. Es clave en las artes. Todo ello permite una relación transversal de distintos saberes” (Rodríguez, Gil Flores, García Jiménez, 1996).
Escrito sobre una idea de Silvia Mª Álvarez
Sevilla, 2003 En cursivas.
Rodrigo Córdoba Sanz.
4.7.09
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1 comentario:
Sin desperdicio...Apabullan la firmeza de los conceptos y las citas gloriosas.
Detrás de la espontáneidad de la narrativa subyace el manejo de las palabras y su mundo.
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