18.10.09
1980
Visto un abrigo recto y pesado que pica y llevo una mochila más grande que yo. Me llevan casi de noche a la parada y, muy callada y paciente, subo sola al autobús. No siento pena ni sorpresa. Ni siquiera el día en que llego a casa con una mano marcada en la mejilla. Mi madre pregunta por todos lados quién fue. Nunca llegamos a saberlo.
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Diario
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2 comentarios:
Aventuras de muy niña?
Sí, aventuras y desventuras, jeje
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