Se acercó a la ventana, estaba solo y aburrido. Hacía un tiempo espléndido y el sol se preparaba para esconderse. Enfrente, las cortinas de todas las ventanas del bloque se movían apaciblemente anunciando los próximos calores. En una de ellas se asomó una chica con ojos tristes, suspirando y buscando en el horizonte no se sabía qué. No es bella, pero y si...¿Cómo sabría...?. ¿Habrá algún sitio donde se escriba...?. Es todo tan complicado. Nos venden un mundo tan distinto. Estamos todos tan, tan lejos.
Abrió la ventana, qué buen día, qué atardecer más especial, tan rojo, tan vivo. Y qué aire tan dulce. Suspiró y mirando al horizonte recordó y pensó que todos los días que quedan serán peores, cuesta abajo. Que no sabrá si aguantará sus días de viejita, o de soledad, o las dos cosas. Que le duele todo mucho, que el precio de darse cuenta de las cosas es muy caro. Nada es como creía. Y la sensación de no encontrar refugio, de estar huyendo siempre hacia alguien, más que hacia algo, que realmente no existe. Vió un muchacho que tendría su edad, pensativo. Seguro que es feliz. Seguro que no le da tantas vueltas a la cabeza como yo, estará disfrutando del tiempo, lo que tendría que hacer yo. Cómo se respira en esta brisa. Qué calidez se siente a veces con este sol tan distante...
8.11.05
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6 comentarios:
Juego de perspectivas. Unos observan a otros, y de fondo siempre la incertidumbre, pero esa brisa y ese sol tan distante...
Una conclusión a la que he llegado ya hace mucho: a veces es mejor no pensar... Ahora, es que a veces también es imposible aplicarlo...
Besos
Mmmmm, siempre es mejor pensar. Saber duele, pero es mejor que no saber.
Lo mejor para no pensar es la relajación. Es decir, no pensar. No hay mejor modo. Incógnito, qué alegría cuánto tiempo.
el invierno como la vida. distante
y el sol que en ninguno de los dos calienta.
Sí, por eso sol de invierno. Los rayos están más cerca que el resto del año, pero no calientan.
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