("este deseo de poseerla es una herida que me fastidia como una fierecilla pero sé que poseerla es entonces no desearla") Nick Cave
Te seguiré hasta el final
te buscaré en todas partes
bajo la luz y la sombra
en los dibujos del aire
te seguiré hasta el final
te pediré de rodillas
que te desnudes amor
te mostraré mis heridas
y con las luces del alba
y con las luces del alba
antes que tú te despiertes
se hará ceniza el deseo
me marcharé para siempre
te seguiré hasta el final
te seguiré hasta el final
entre los musgos del bosque
te pediré tantas veces
que hagamos nuestra la noche
te seguiré hasta el final
con el tesón del acero
te buscaré por la lluvia
y se hagan polvo las hadas
no habré sabido por qué
me he vuelto loco por nada
te seguiré hasta el final
te seguiré hasta el final
por la escalera del viento
para rogarte por Dios
que me hagas sitio en tus besos
6 comentarios:
Bien cierto, escribir es una necesidad.
Me alegró ver una canción de mi paisano por aquí, entre otras muchas alegrías que me proporcionó leerte
Poseer la vida, qué ilusión. La vida nos devora, nos vive, nos desgasta como piedrecillas de río... Es inútil intentar poseerla, ella siempre se nos escapa. No hay dos momentos iguales y todo transcurre tan deprisa que da vértigo. Es difícil pararte a contemplar la vida, el pensamiento, las ilusiones que pasan. Ojalá pudiésemos quedarnos inmóviles y pudiésemos observar, en estado de quietud y silencio, el íntimo latido del tiempo. Entretanto, escribimos y escribimos como último intento de apresar el instante, como estas palabras que escribo antes de que suene el timbre y haya de volver a clase.
nick cave...siempre gran referencia... espero que todo este bien apra alla.. necesitare pronto tus consejoss para sobrevivir en tus tierras en verano...
cuidate mucho... escribes genial..como siempre....
me voy..caminando.... (o es que la camara se hace para atras? :D ...
y termino siendo..solo un puntito
Escribir es una necesidad, y en algunos, como vos, un don...
Deberías mencionar a quien le has robado tan emotivo texto.
Pedro Guerra
Publicar un comentario