21.8.07

Sonata para un buen hombre

Un aburrido y solitario hombre de la policía secreta de la RDA en los últimos años del régimen socialista es experto en reconocer los rebeldes al gobierno. Les interroga, sin una pizca de flexibilidad, y creyendo a raja tabla en los postulados para los que trabaja. Hasta que se encarga directamente del espionaje de un intelectual sospechoso. Tras escucharle hablar, sus ideas, conocer sus amigos, sus deseos, sentimientos, se le va haciendo cada vez más difícil juzgarle, incluso delatarle cuando se da la ocasión. Entonces se vuelven las tornas y se convierte en cómplice de llevar a la luz injurias contra el régimen, que no son más que informes veraces sobre el estilo de vida paupérrimo de la RDA. Los jefes se enteran de su pasividad primero, y más tarde de su colaboración directa con los espiados, por lo que es rebajado al mínimo en su categoría laboral, encargándose de abrir cartas exclusivamente. Los años pasan, y el muro de Berlín cae. Pero eso a él no le cambia mucho su estilo de vida, convertido ahora en cartero de la nueva Alemania. Mientras, el intelectual al que libró de la cárcel se encuentra con la verdad en los archivos guardados. Le busca para agradecérselo. Le ve y, en contra de lo que todos queremos, no se acerca. Pero a cambio, le dedica un libro, "Sonata para un buen hombre".

En un momento de la película el autor teatral está tocando el piano, la creación de un amigo que acaba de suicidarse por las condiciones infrahumanas en que le ha dejado estar en las listas negras del gobierno de la RDA, y que le regaló por su cumpleaños. Se titula "Sonata para un buen hombre". El policía que está escuchando todo, lo recibe arrobado, encantado y sobrecogido. Y delante de esta imagen, el intelectual dice "no puede haber persona que escuche esto, que lo escuche de verdad, y sea mala persona". Sabemos que el policía hasta entonces estricto y severo, es buena persona. Esta buena persona, mejor dicho, el actor que lo encarna, acaba de morir de un cáncer. Aquí mi recuerdo a todos los buenos hombres y mujeres anónimos, y a este actor que supo encarnarlo tan bien.

3 comentarios:

Rodolfo N dijo...

Que hermoso...Me causo ternura, realmente.
Lindo recuerdo.
Besos

Joselu dijo...

Sin duda La vida de los otros es una gran película que me produjo un nudo en el estómago y ganas de llorar en algún momento. Esto sólo me pasa con algunas cintas. Hay otra película alemana muy destacable que me hizo también llorar. Se titula Cuatro minutos. No recuerdo ahora el nombre del director. Sólo decirte que, si no la has visto, no dejes de hacerlo.

Ivo Basay dijo...

Hola, gran película,

Vi hace dos días en un cine el promocional de otra película que lleva precisamente el título "Sonata para un buen hombre" y que dice estar basada en una historia real. No es la de "La vida de los otros" que aquí comentas ¿estará relacionada?

Hasta luego