Las palabras fueron avispas
y las calles como dunas
cuando aún te espero llegar
de un momento a otro
en un ataúd guardo tu tacto
una corona
y tu pelo enmarañado
queriendo encontrar
un arco iris infinito
Mis manos que aún son de hueso
y tu vientre sabe a pan
la catedral es tu cuerpo
(no será del enemigo)
eras verano y mil tormentas,
y yo el león que sonríe a las paredes
que he vuelto a pintar
del mismo color
no sé distinguir
entre besos y raíces
no sé distinguir
lo complicado de lo simple
y ahora estás en mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas
la chispa adecuada
"escribe con carbón
y en mi pensamiento,
que cruzamos océanos de tiempo
dibujando los garabatos
de mis fantasías
poco es tanto
cuando poco necesitas"
el fuego que era a veces propio
la ceniza siempre ajena
blanca esperma resbalando
por la espina dorsal
ya somos más viejos y sinceros,
qué más da
si miramos la "laguna"
como llaman a la eternidad
de la ausencia
4 comentarios:
Buenísimo!!!
El 21 estan en Buenos Aires y mi hijo los va a ver...
Hola guapa. He estado ausente (Del blog y de muchas cosas).
Nunca me gusto que tuviera que recurrir a la esperma derramada, por lo demás, es de mis letras favoritas, junto con otras de este lp.
bss
cada imagen, y en especial la del tacto en el atud, son una delicia en este poema.
Saludos.
"La eternidad de la ausencia"... A veces se siente una eternidad.
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