27.1.08

Sólo hace falta cambiar tu ambiente habitual, y empiezas a sentirte vivo. Es como si, de tanto estar en los mismos sitios, y hacer las mismas cosas nos fuésemos enterrando, como una planta va echando raíces. Y cuando salimos de esa tierra, volvemos a sentirnos plantas.

2 comentarios:

rubén dijo...

"El hombre no es un árbol: carece de raíces" Juan Goytisolo

simalme dijo...

Qué verdad...