Sí, se me aparece tu fantasma. Esta mañana fui a una librería. Pregunté si tenían "Los premios" de Cortázar. Y ahí estaba él. En un periódico con tu cara y tu nombre en la portada, con letras grandes. Entrando al trabajo alguien te llamó gritando, asustado. Él me miró, sarcástico y se fue sin contestar. En el hipermercado me doy cuenta de que sólo hay en los expositores las películas que a tí te gustan. Abro una página de internet para leer y hablan de tí, recitas tú, son poemas tuyos. Por las noches me roza al compás del viento, con olor a sábana blanca en la oscuridad. Y cuando voy por la ciudad, de pronto, me susurra al oído y me asusta. En el fondo, nunca le espero. Sólo me siento cómoda con tu fantasma cuando está en mis sueños. Ahí estamos al mismo nivel. Ya puedo tocarle, contestarle y esperar respuesta. Fuera, fuera tu fantasma me agota. Incluso me persigue, lo sé. Detrás de algunos árboles veo su sonrisa, las cortinas se abren y se cierran sin vento ninguno, llaman por teléfono a las tantas de la noche para luego colgar... Pero lo que más me agota es verte en la calle, andando tan tranquilo y que yo me acerque, te hable, y nunca contestes.
24.3.09
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6 comentarios:
Es lo malo de los fantasmas. Nunca son previsibles. Se parecen a los gatos.
he visto un comentario tuyo en el blog "todos somos contigentes" y me ha llamado la atención. Yo tampoco soporto las tiendas de ropa, me ponen mala, cuando entro es porque me fuerza mi madre a ir a comprar con ella. Si por mi fuera NUNCA entraría, es horrible. También comparto contigo lo de las peluquerías, me da pánico lo que una peluquera me pueda hacer, ahora me lo hago todo yo. Pues eso chica,un beso.
PD: ya que estaba aquí te he estado leyendo un rato, me pasaré cuando pueda a seguir haciéndolo.
Quiza quienes se acercan son los fantasmas que habitan dentro tuyo.
Tal vez moremos en un mundo fantástico e irreal donde lo único cierto sa lo incierto.
Silvia, estuve felizmente por Brasil todo febrero ello explica mis ausencias.
Mi cariño de siempre para vos.
Me acordé de unos versos hermosos de Virgilio, cuando Eneas encuentra a Creúsa entre los muertos:
"Tres veces allí mismo quise tender mis brazos en torno de su cuello /
y asida en vano tres veces se me fue la imagen de las manos /
como soplo de brisa, en todo parecido a un sueño alado." (Eneida, II, 793-795)
Un abrazo.
- Pues entonces deberían gustarme los fantasmas, Joselu.
- Endina, encantada. Ya somos dos sufridoras de las tiendas de ropa. me alegro de no ser la única.
- Rodolfo, eso digo yo, a veces no sé si lo que leo es lo real, y la vida la ficción. Me alegro de verte por aqui, espero que hayan sido muy buenas vacaciones.
- Diego, precioso. Y sí que le pega. Me gustó la Eneida y la Odisea, pero mi pasión es la Ilíada, esas peleas entre dioses haciendo pagar a los humanos. Y mi héroe, Diomedes. Qué Aquiles ni qué ocho cuartos. Diomedes.
En una librería es fácil encontrarse con algún personaje interesante.
;)
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