27.1.09

El pasado, siempre

Todavía no podía creer lo que ocurrió el día atrás. Echado en la cama, mirando el techo, pensando, sintiendo cada minuto de la noche anterior. A saltos, de lo más importante hasta los últimos detalles. La calle húmeda. Las casas viejas, enormes, que miraban desde arriba. El cielo ciego, borroso y sangrante. Las voces indiferentes de los veladores entre la niebla y los destellos rancios. Los carteles despegados a jirones. El cuadro abstracto de las paredes a pinceladas nerviosas y gruesas. Ella. El ruido de sus tacones frente a cualquier otro ruido. Su indiferencia. Envolviendo su mundo la ciudad en torno a ella. Él detrás, eterno espectador. Buscando sus palabras que no llegaban. Jugando con el tiempo, el futuro vacío de sus taconazos. El pasado diferente que llamaba al presente,al que tragará, no habrá ocurrido nada. El pasado del espectador, del don nadie con cara de pasado perpetuo.

6 comentarios:

Joselu dijo...

Pasé por aquí y te leí.

annabel dijo...

Muy bueno y profundo, me gustó especialmete:
"El don nadie con cara de pasado perpetuo".
Haylos, haylos.

“El lector se convirtió en el libro; y la noche de verano era como el ser consciente del libro”.
Vaaayaaa, ya tengo para pensar un rato, mejor mañana lo pensaré.

Besote :)

Diego dijo...

Es un texto muy intenso, con imágenes cargadas de un profundo desasosiego. Esa "cara de pasado perpetuo" es perfecta. Un abrazo.

Rodolfo N dijo...

El pasado "pesado" diría yo...

Anónimo dijo...

ole

Johnny Drama dijo...

llueve, la ciudad esta fria como pezon de bruja. un cigarro se consume en espirales entre mis dedos. Acudo a nuestra cita acà.
hermoso, cada vez que la visito encuentro algo que no sabia siquiera que estaba buscando. gracias por el post de cortazar tambien.