7.9.05
Hay que ser valiente para vivir
Para poder sonreir en esta vida hay que ser valiente, muy valiente. Enfrentar el dolor, sobreponerse al día a día y no huir. Pero vivir da miedo. Buscamos seguridad, que no nos hagan daño, saber qué nos vamos a encontrar. Entonces nos encerramos. Algunos huyen por medio de palabras y retóricas que ellos mismos no entienden, pero al utilizarlas altivas y pedantes se creen que les dan estatus de significado. Otros se refugian en su entorno más cercano para que no les tiemblen las piernas ante lo desconocido. O enarbolan la bandera de una causa justa y no hacen nada. Todo es miedo. Con los años que tengo he llegado a la conclusión de que ser valiente no es más que sonreir aún sin ganas e intentar no hacer daño incluso a costa de uno mismo, arriesgandose a hacer lo que uno quiere. Eso es todo. Y esto, hasta ahora, me ayuda a no tener miedo ( o a tener menos). Aunque todavía no sé si soy valiente.
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2 comentarios:
Leí hace tiempo en una aceptable novela que los héroes solo se dan en la guerra y están todos muertos. No estoy de acuerdo (aunque sea absurdo oponer lógica proposicional a una obra de ficción: norteño y melancólico don quijote) Lo heroico, en estos tiempos de insulsa modernidad que nos ha tocado vivir, es no dejarse arrastrar por la corriente o, mirando a las estrellas, evitar pegarse un tiro y ponerse a salvo de los tormentos de la memoria -como García Márquez escribió una vez.
Sólo los peces muertos son los que se dejan llevar por la corriente, como dice un amigo mio. "Vivir el presente, aprender del pasado y no arrepentirse de haberlo bailado".
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