Errrr, vacaciones¡¡¡

He estado alejada del blog últimamente. Tendré que pedirle mis excusas, sobre todo después de haber leído a Viktor Frankl en "El vacío existencial" y "El hombre en busca de sentido". Me veía aprisionada, como cuando uno se acostumbre a lo bueno, y se convierte sólo en eso, rutina. Pero tengo mucho que contar (y si no, me lo invento). Una noche de San Juan "frikie", gente que me rodea que parecen caricaturas de determinados personajes, de cómo se convirtió mi casa en un zoológico, un concierto con 50 bocadillos, España ganadora de la Eurocopa, porque lo será (después de 24 años) ... Pero ahora mismo no tengo tiempo. Sólo deciros que ahora escribiré más a menudo (por lo menos es mi intención) y me acuerdo de todos vuestros nombres. Todos.

Esperanza Butterfly

Un bello dia veremos levantarse un hilo de humo en el extremo confín del mar. Y después aparece la nave. Y después la nave es blanca. Entra en el puerto, truena su saludo. ¿Ves? ¡Ha venido! Yo no voy a buscarlo, yo no. Me pongo ahí, en lo alto de la colina y espero, espero mucho tiempo. Y no me importa la larga espera. Y, salido de entre la multitud de la ciudad, un hombre, un pequeño punto, sube por la colina. ¿Quién será?, ¿quién será? Y cuando esté aquí, ¿qué dirá?, ¿qué dirá? Llamará: - Butterfly- desde lo lejos; yo sin responder. Estaré escondida. Un poco por bromear, y un poco por no morir al primer encuentro. Y él, un poco ansioso, llamará, llamará; “Pequeñita, mi pequeña esposa, perfume de verbena”, los nombres que solía llamarme. Todo esto sucederá, te lo prometo. Guárdate tus temores, ¡yo con segura fe lo espero!"

Humberto Ak’abal

Ha venido a mi pueblo un gran poeta.

Hablo

para taparle

la boca
al silencio.

De vez en cuando camino al revés:

es mi modo de recordar.

Si caminara sólo hacia adelante,

te podría contar

cómo es el olvido.

Cuando nací

me pusieron dos lágrimas

en los ojos

para que pudiera ver

el tamaño del dolor de mi gente.

"Los animales hablan. El perro dice "ajau", que significa dueño en mi idioma. Eso es suyo.

El gatito sólo maúlla cuando entra, nunca cuando sale (al menos los de mi país) y entra saludando, "nauuu", señoraaa.

El gallo habla más, es más poético. "Sakirikij, sakirikij". ¡El día está aqui!"

Humberto Ak’abal

Obsesiones y Coelho

Si se quiere salir de las obsesiones propias es muy difícil. De los más obsesivos debería ser Joyce. Para escribir "Ulises", un libro tan grande en todos los aspectos sin abandonar ni un momento sus obsesiones, debería ser de los pocos que no se aburren escuchándose a sí mismo. Pero salir de uno mismo también es difícil. Coelho habla de consejos, pero todos sabemos cómo es... Entre otras cosas, de los más infelices que puede haber... Mira que dedicar horas y horas a decir a los demás lo que tienen que hacer...