29.9.05

La chica de un solo capítulo



Era una chica de un solo capítulo de libro. Su situación era que salía enrollada en una toalla a abrir la puerta a unos albañiles alemanes, en Colonia, el primer día de su llegada de la España cañí. En la primera página sube a un apartamento sin llaves, tendría que haber estado ahí dos horas antes para que el portero (rubio, joven y de ojos azules, no como los porteros españoles, gordos, calvos, y desganados) le hubiese podido abrir su habitación. Y allí estaba, en medio de las doce de la noche, con todas las puertas cerradas y dentro de un portal que tampoco la dejaba irse. No es justo, soy la chica del capítulo, quiero que me esté esperando alguien, quiero una cama calentita para mi sola (o no), quiero que el libro no me deje aqui tirada, sin saber qué hacer, no es justo, tú, que estás escribiendo, tienes que buscarme algo, tú me has creado, tú me lo solucionas...
Está bien. Una puerta se abre a su lado, sale un chico rumano que habla a la perfección alemán e inglés. Le pregunta que qué le pasa, e informado de su situación la deja pasar la noche en su piso, al lado de su dormitorio, le hace una cena vegetariana y de nouveau cocine y se duermen. Pero es demasiado atractivo, esto no se hace, ahora no me atrevo a mover un dedo. Eso ya lo tienes que hacer tú, estoy resfriada y la historia la continúas sola, eres de un solo capítulo, como no te lo inventes tú, ya no hay más. Pero un personaje no hace nada que no le mande el autor. ¿Estás segura?...

27.9.05

Preguntas

La idea es crear una historia interactiva, de todos. Aunque no creo que haya gente para tanto. Lo intentaré de todas formas. ¿Cúal es tu pregunta favorita?. Después de pensar y darle vueltas a la gran tontería me acuerdo de las más utilizadas y más inútiles, ¿no nos damos cuenta de que el hecho de decirlas es lo que hace imposible ninguna respuesta?. Léase: ¿me quieres o me amas?, ¿lo que veo es casualidad o es que me buscas?, ¿qué estás dispuesto a hacer por lo que quieres?...Y tantas otras, en las que el género humano demuestra sus siglos de entrenamiento en la estupidez cotidiana. Pero yo le tengo especial predilección a una: ¿quién eres?. La más hueca de todas, pero con unas connotaciones únicas. Qué quieres de mi, cuántos minutos del día te paso por la mente, dónde estarás ahora y luego...todas esas y más que se reúnen en un: quiero conocerte más, deseo conocerte más, en todos los sentidos y formas, hasta cansarme de ti, hasta aburrirme de saberte. Y la única en la que nadie, nadie, contesta.

25.9.05

Frío

Era de noche y todo estaba teñido de fulgores de ultratumba de luna llena. Él estaba enfrente de ella, etéreo y negro de nube. Ella dormía un sueño similar a lo que había. Las sábanas blancas formaban ríos de oscuridad inquieta e insomnio. Abrió los ojos y lo vió. Lejano a dos escasos metros, de contornos diluídos y un viento frío de escarcha. Se fue un día para estar más cerca de sí mismo y se perdió, la perdió, murió. Ella quedó paralítica de corazón para arriba, bajó la cabeza y en visión túnel siguió para siempre los raíles de la vía, sin mirar atrás. Hasta que le vió de nuevo. Orgulloso y ebrio de sí mismo, como siempre, pero intocable, helado y con algo íntimo roto. Se acercó lentamente, aviso de muerte, le cogió el pelo, se lo estiró, con la cabeza hacia atrás olió su aliento, de vida y sangre y la mordió. Sin chillidos y en movimientos reflejos la arrinconó en la pared, la sujetó las muñecas y se pegó a ella. Sentía su pecho en las costillas, la desvistió sin un gesto, sin un reproche. Su cuello seguía terso, la misma vena silbeante de siempre, el mismo olor suyo, propio, penetrante y como de alimento. Pero se encontró frente a frente con su mirada, atávica y de luto, culpabilizadora y culpable, de carne y tumba. Recordó que él solía ser orgulloso, recordó que tenía la obligación de demostrar que estaba ebrio de sí mismo y decidió que no debía estar ahí, volver al nicho, sin poder robarle parte de su vida, sin poder dejar su imagen en esa cama de nido gastado, con ella, sin poder evitar que su piel en descomposición tuviese su cara y su nombre para toda la eternidad.

21.9.05

Literatura funcional, barata y a contracorriente desde una ventana

En la montaña mágica no podía más que recordar mi muerte en Venecia, hace poco tiempo. Hace más años me sentí como el joven Törless haciendo juego de abalorios. Supe lo bonito que era el amor, hasta en lo más crudo del crudo invierno en cumbres borrascosas y sin la ayuda de Jane Eyre, a la que nunca creí. Me enamoré de Julian Sorel y lloré en los hombros de Wherter. Supe que todo era cuestión de afinidades electivas y que siempre guardaría el centeno con Holden Caulfield. Pero empezé a vislumbrar que todo crimen tiene su castigo y que por muchas vidas que pasen seguirá poniéndome los pelos de punta las vías de un tren, sobre todo si está parada una mujer de negro mirándolas fijamente.

18.9.05

Encargo

"No me des tregua, no me perdones nunca. Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves. ¡No me dejes dormir, no me des paz! Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente. No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante; tállame como un sílex, desespérame. Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos. Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas. Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces. No me importa ignorarte en pleno día, saber que juegas cara al sol y al hombre. Compártelo. Yo te pido la cruel ceremonia del tajo, lo que nadie te pide: las espinas hasta el hueso. Arráncame esta cara infame, oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre".

16.9.05

España

En plena guerra civil mi abuela escondió en el desván de su casa a uno de las brigadas rojas con un cura. Se hicieron todos amigos. En las montañas del sistema central otra mujer iba en burro a llevar de comer a los makis, o partisanos de la república, escondiéndose de la guardia civil. Era mi bisabuela. Y en su pueblo creció un chico que tocaba el clarinete desde pequeño. Mi padre. Un día fue a una aldea de al lado a tocar con la banda pasodobles y marchas de semana santa. Estaba todo el pueblo escuchándoles. La plaza de toros prefabricada en la que estaban empezó a crujir. La banda siguió tocando con un ojo en la partitura y otro en el suelo. Los crujidos eran ahora un bamboleo, dejaron los pasodobles y empezaron los chillidos...Todo se vino abajo, niños, ancianos, trompetas, gorras y gradas. Y el chico en el suelo miró desesperado a su tío, éste le sonrió y le dijo: "No llores ni tengas pena, que si se rompió el bombo aún queda la berenjena".

(Bombo: tambor grande
Berenjena: con lo que se golpea el tambor grande)

15.9.05

Último discurso de Allende. Para no olvidar.

(El primer 11-S. 11 de Septiembre de 1973)

"Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las antenas de radio Magallanes. Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas un castigo moral para quienes han traicionado su juramento: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director general de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡No voy a renunciar!
Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción crearon el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará esperando con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo a ustedes, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios clasistas que defendieron también las ventajas de una sociedad capitalista.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder.
Estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición."

14.9.05

Bestialidad en mi bemol mayor

-¿No me decíais que se apellidaba Bovera?.
- No, papá, le llamamos así por cosas como que chupa los caramelos en la caja y luego nos la ofrece. O nos llama por el apellido y a la pizarra le llama encerado. O también engañalosas porque su cojera es tipo baile de Georgie Dan (voy a la izquierda, no, mierda, se me ha olvidado algo a la derecha).
- Ya decía yo que no me contestaba...

- Sigue, sigue, ahí, noooo, un poco a la derecha, sí, sí, eso,eeeeeeeso, mmmmmmm, qué bien, qué bien, ay, ay,sí Juan, sí......errrrr, digo..... Jose, qué bien... Jose....Coff,coff.

-Creo que he madurado, lo he pasado mal y he cambiado, aunque no te lo creas.
- ¿Y porqué hacías lo que hacías?
- No sé, era un niñato egoísta. Pero he cambiado, de verdad.
- Me alegro. ¿Y con las mujeres qué?
- Estoy saliendo con una que me quiere mucho, he decidido no ser más infiel, en todo caso contigo.... Pienso mucho en ti, de hecho he compuesto una poesía, ¿quieres que te la lea?.
- Bueno
- Marisa, Montse, Celia, Silvia... Miro la luna y veo vuestras caras en la noche...
- Vale, me he hecho una idea....

- Mira, vengo para decirte que no quiero salir contigo. Me gusta otra. Lo siento, pero es así.
- Joder, que putada. No te conozco, ni me gustas, pero en fín, que guarrada...
Cuando soy libre para ser como quiero hay escándalo general. Qué mal acostumbrada está la gente... Cada minuto entreno para la sorpresa, y estreno cuentos. Tiene que coger agarrados al cinturón, sino la caída será muy dura. Pero no encuentro respuesta a esa locura, sólo lógica, racionalidad o intentos estructurados de ello. Lo que pasa es que eres aburrido, rancio que diría mi gato. Es peligroso jugar con tu propia sombra. Cogeré el sol y meteré un gol con él, aunque la luna me llame loca, aunque Dios me riña por prepotente. Pero esas nubes se pintan con una pincelada de barbaridad, con el fondo del tren de la bruja, el volumen de las borracheras y limpiando el cuadro de cobardía. ¿Quieres que te diga cómo?...

13.9.05

Aquellas pequeñas cosas

Uno se cree que los mató el tiempo y la ausencia, pero su tren vendió billete de ida y vuelta... Hoy he pasado por el solar abandonado con dos montañitas de arena de hace 7 años. Ahora es una iglesia. El sol lucía de la misma manera, pero ahora estaba sola intentando descubrir las diferencias y semejanzas. Mucho queda de todo eso, en realidad. Pero no soy la misma, me descubro admirando lo que viví como si no hubiese pasado, imposible incluso la posibilidad de que algo así pudiese pasar. Pero pasó. El olor no es el mismo que ese día, ahora no huele a salvaje, a hierba pisada o a arena, ahora no huele a nada. Llegué sucia, rebozada, no entiendo en qué momento di lugar a eso, aparté la conciencia y me dió igual pasar por el pueblo a las 8 de la mañana embadurnada de locura. Qué curioso, justo encima construyeron poco después una iglesia, con una cruz más grande que los dos montones de arena que fisgaron todo ese día.

9.9.05

El hombre de negro

Estaba en la discoteca una noche de primavera, el día de Saint Patrick (para mi empieza ese día, y de nuevo el ciclo). La música era más o menos insoportable, a veces creía que no tenían ni notas, que era algo así como un chillido de un extraterrestre mezclado con delfín. Veo que se me acerca un hombre joven de cuerpo fino vestido de negro entero. Joder, ya estamos con los moscones. Miro a mis compañeras, intento perderme pero sin dejarlas, sólo huir sutilmente. Cuando me doy cuenta de que se para, me mira y esboza una sonrisa. ¿Qué quiere éste?. No sé si sonreirle, lo cortés no quita lo valiente, o hacer que nos cambiemos de sitio para evitarle. Pero ya no está. Busco a ver si se hace el huidizo, pero nada, se fue. Quizá no quería acercarse y me he equivocado, quizá buscaba a sus amigos o...
-Hola...perdona... Sólo quiero decirte que me he fijado en ti desde lejos y no podía dejar de explicarte lo que pienso. Sé que lo mereces, no preguntes porqué. No he hecho nunca esto, pero es que hasta ahora no he visto unos ojos que brillen de esa manera. Tengo que decirte que eres especial, que sonríes y te mueves de una manera que es única. -Bueno, todos somos únicos. - Mira, alrededor de dónde estás se nota un aura de luz, no sé explicarte, bueno, dejo de darte la lata ya, sólo quiero decirte que por muchas cosas malas que te pasen o te hayan pasado piensa que una vez un chico de negro y completo desconocido te obligó a que siempre recordaras que eres especial. - Me sonrió y se fue. Diría todo eso para rellenar su cama esa noche, casi seguro, pero el cabrón...me hizo llorar.

7.9.05

El lector se convirtió en el libro; y la noche de verano era como el ser consciente del libro


Lo que nosotros llamábamos “cultura”, espíritu, alma, lo que teníamos por bello y por sagrado, ¿era todo un fantasma, muerto hace tiempo y tenido por auténtico y vivo solamente por un par de locos como nosotros?, ¿Habrá podido ser siempre una quimera y sólo una quimera eso por lo que tanto nos afanamos nosotros los locos?.
Esfumada e irreal allí estaba la pequeña iglesia. De pronto se me representó el suceso de la tarde, la enigmática puerta de arco ojival, con la enigmática placa encima, con las letras luminosas bailoteando burlescamente. ¿Qué decían sus inscripciones? “Entrada no para cualquiera” y “sólo para locos”. Examiné con la mirada la vieja tapia deseando íntimamente que el encanto volviese a empezar y la inscripción me invitara a mí, loco, y la pequeña puerta me dejara pasar. Allí quizás estuviera lo que yo anhelaba.
Surgiendo ante mí de una oscura bocacalle, me asustó un individuo, un solitario que se recogía tarde. Sobre los hombros llevaba un palo con un anuncio. A la luz del farol intenté leer su estandarte, pero iba oscilando, no podía descifrarse nada. Entonces le llamé y le rogué que me enseñara el anuncio. Se quedó parado y en aquel momento pude leer con letras vacilantes e inseguras: teatro mágico. Entrada no para cualquiera. Sólo para locos.
-Le he estado buscando a usted – grité radiante -. ¿Qué es ese teatro?, ¿dónde?, ¿cuándo es?.
-No es para cualquiera- dijo indiferente, con voz de sueño, y apretó el paso.
-Espere- le grité, corriendo tras él-. ¿Qué lleva usted en el bolsillo?.
Sin pararse, sacó un pequeño folleto y me lo alargó. Era un librillo mal impreso, en papel malo. Cuando me puse a leer, vi , con asombro y con la impresión de que de pronto se me abría de par en par la puerta del destino, el título en la cubierta de este folleto: Tratado del lobo estepario. No para cualquiera.

Hay que ser valiente para vivir

Para poder sonreir en esta vida hay que ser valiente, muy valiente. Enfrentar el dolor, sobreponerse al día a día y no huir. Pero vivir da miedo. Buscamos seguridad, que no nos hagan daño, saber qué nos vamos a encontrar. Entonces nos encerramos. Algunos huyen por medio de palabras y retóricas que ellos mismos no entienden, pero al utilizarlas altivas y pedantes se creen que les dan estatus de significado. Otros se refugian en su entorno más cercano para que no les tiemblen las piernas ante lo desconocido. O enarbolan la bandera de una causa justa y no hacen nada. Todo es miedo. Con los años que tengo he llegado a la conclusión de que ser valiente no es más que sonreir aún sin ganas e intentar no hacer daño incluso a costa de uno mismo, arriesgandose a hacer lo que uno quiere. Eso es todo. Y esto, hasta ahora, me ayuda a no tener miedo ( o a tener menos). Aunque todavía no sé si soy valiente.

6.9.05

¿Porqué lees esto?

¿Quiénes sois, si es que verdaderamente existís?. Un moreno ciclópeo antiguo coletero y actual Peter Pan, un hijo de su país de ojos achinados asqueado de que haya unas madres de la plaza de Mayo, otra con nombre de libro de Isabel Allende, otro la rayuela retórica, otro que no veo... Poco más. Supongo que quien bucea en las letras es porque espera encontrar algo y busca en el diccionario. Todos habremos pasado por momentos malos, por eso que llaman amor, por segundos que vuelan de felicidad y por soledad. Me pregunto qué podría decir que os alegrase un poco el día, pero hoy no estoy alegre. Me planteo escribiros algo bello (dicho en argentino que suena más hermoso) pero no soy capaz. Estoy hablando sola, a unas luces que salen de algo cuadrado, pensando en personas que no veo, que no conozco y quebrándome la cabeza para que esto sea especial, este día, esta vida, esta pena, este vacío, este optimismo sin fuerzas y esta voluntad de sonreir. Y sólo consigo esto.

5.9.05

Concierto desconcierto

Y si la vida es un sueño, como dijo algún navegante atribulado, prefiero el trapecio para verlas venir en movimiento.Voy viviendo a mi manera. Si conviene, regadlo, pa´ que crezca la higuera. Pa´ que crezca y de sombra, pa´ que dé sombra y frutos y muchas primaveras. Ante una hoguera que alimento con muebles de algún desalojo indecente, me caliento junto al Correcaminos, Rompetechos y otros colegas. En fin, buena gente. Somos gente ficticia. Náufragos urbanos. Perdidos, renegados, inadaptados,olvidados. Gente ficticia, gente fetén si el mundo fuese de cartulina. Caballeros de bombín gastado.Calcetín a rombos. De guante roto. De bufanda mugrienta en las húmedas noches de marzo. Como el lindo gatito fracasamos invariablemente para diversión del personal que nos mira de reojo. Y como el Coyote, nunca llegamos a la hora, ni al lugar, ni en el momento preciso. Manolo García

3.9.05

Si existe Dios tiene un sentido del humor muy negro

Si hubiesen tenido otra vida, en la siguiente reencarnación, se hubieran conocido. Pero ahora eran marginados y cada uno estaba en una línea de combate. Sin dinero para vislumbrar un futuro, ni para moverse de su chabola inmunda. Compartían los mismos deseos, los mismos sueños, en los que siempre volaban lejos de su lugar. A la misma hora del día, y ante el mismo sol se quedaban solos, acariciaban con sus dedos lo que quedaba de pared, y mirando al techo suspiraban sin encontrar una sola brisa de aliento. Imaginaban que huían, que tenían la misma vida de las películas, que se encontraban y que eran libres juntos.

2.9.05

Sexo gratis?

Chicho Terremoto es un niño bajito, gordo y travieso. No para de moverse y habla chillando. Su clase se ríe de él porque quiere jugar al baloncesto con su metro veinte, pero a él le da igual, sólo busca las bragas blancas de su amada Rosita. Se arrastra por los suelos disimulando que se le cayó el lápiz, o hace que se ata los cordones para descubrir los trazos blancos entre la tela de la falda de colegiala. Cuando Rosita se da cuenta estalla en ira, se le hinchan los carrillos, se pone roja y grita: "Chichoooooooo".
Pero los años pasan (por lo menos en el sueño del nene). Rosita tiene cintura de avispa y Chicho se ha convertido en un morenazo con grandes ojos negros de blusa y corbata. Pero no para todo pasa el tiempo. A su manera, el niño ya hombre sigue buscando desde el vértigo de su adultez las bragas de niña de Rosita, no le valen los tangas morados de ahora.

1.9.05

El último tango en París

Hace no mucho tiempo, cuando todavía era una "joven menor de 25", me encontré cara a cara con Marlon Brando moreno y de ojos azules.
-¿Quién eres?, ¿qué buscas?, ¿porqué yo?.
-No preguntes tanto, no sé ni cómo me llamo, respondo más a otros nombres, el de mi tío esquizofrénico, el de mi padre, que es el mío, el de mi primo que es duque...Llegamos al acuerdo de no preguntar, sin nombres, sin pasado.
-Sí...pero yo ya tengo tu historia. Aunque no digas nada te conozco, sé qué has vivido, qué deseos y dolores tienes.
-Si tú lo dices...
-Sé que eres como yo quiero, como busco, y prefiero no saber más, me daría cuenta de que todo eso es mentira y acabaría muerta, contigo.