14.11.05

Antiescritura

Escuché por ahi que la escritura debería ser actualmente una antiescritura. Romper el lenguaje desde el lenguaje sería el mayor tributo y el único modo de revitalizar un arte que muchos creen muerto. Y, ante un folio en blanco, no hay vez que piense lo mismo, si está todo escrito. El problema es qué escribir que signifique una ruptura, que siga siendo legible, tampoco es cuestión de escribir una letra sobre otra. Y quizá, el que dijo eso no sabía ni a lo que se refería. Muchas veces decimos cosas que suenan bien, pero ni nosotros mismos sabemos qué significa. Otro obstáculo es cómo poder salir del ciclo de nuestros pensamientos cotidianos, que sería ver un mundo fuera del nuestro desde el nuestro. ¿Es algo de esto posible?...
Un sueño le dijo a la realidad, yo soy más capaz que tú. Soy omnipotente, multiforme y personal.
Y la realidad le respondió, sí, pero no eres creíble.
Hay quienes piensan que se escribe porque falta algo, porque no se es feliz...Hay veces que me entristezco y me averguenzo de tener necesidad de escribir, mientras, ahi fuera, siguen pasando los segundos, los días, las noches, las voces, las calles, las caras, las risas, los ojos...Hay veces que me abandono cuando me doy cuenta de que sigo esperando algo, algo así como un rescate, como un atardecer de desahogo vital en el que todo, por fin, cuadre. Y veces en las que me río de mí misma y de mi ridiculez al ser consciente de que ese atardecer está aqui, o no vendrá o no existe.

10 comentarios:

tipodeincógnito dijo...

Como todo está escrito -nada nuevo bajo el sol- dos citas.

1.- Algunas veces vivo y otras veces la vida se me va con lo que escribo
2.- Había sido tan hermoso, en viejos tiempos, sentirse instalado en un estilo imperial de vida que autorizaba los sonetos, el diálogo con los astros, las meditaciones en las noches bonaerenses, la serenidad goethiana en la tertulia del Colón o en las conferencias de los maestros extranjeros. Todavía lo rodeaba un mundo que vivía así, que se quería así, deliberadamente hermoso y atildado, arquitectónico. Para sentir la distancia que lo aislaba ahora de ese columbario, Oliveira no tenía más que remedar, con una sonrisa agria, las decantadas frases y los ritmos lujosos del ayer, los modos áulicos de decir y de callar. En Buenos Aires, capital del miedo, volvía a sentirse rodeado por ese discreto allanamiento de aristas que se da en llamar buen sentido y, por encima, esa afirmación de suficiencia que engolaba las voces de los jóvenes y los viejos, su aceptación de lo inmediato como lo verdadero, de lo vicario como lo, como lo, como lo (delante del espejo, con el tubo de dentífrico en el puño cerrándose. Oliveira una vez más se soltaba la risa en la cara y en vez de meterse el cepillo en la boca lo acercaba a su imagen y minuciosamente le untaba la falsa boca de pasta rosa, le dibujaba un corazón en plena boca, manos, pies, letras, obscenidades, corría por el espejo con el cepillo y a golpe de tubo, torciéndose de risa, hasta que Gekrepten entraba desolada con una esponja, etcétera).

Joselu dijo...

De lo mejor que te he leído hasta ahora. Enérgico, claro, directo, contundente. Bueno. También tu post anterior me gusto.

carlitosreina dijo...

"Y quizá, el que dijo eso no sabía ni a lo que se refería. Muchas veces decimos cosas que suenan bien, pero ni nosotros mismos sabemos qué significa."

Eso es exactamente lo que pienso, ya que lo preguntas (para inducir a comentar). Aunque, sinceramente, tampoco sé muy bien lo que quiero decir con eso.

A veces, decir algo que esté muy muy cerca de no tener ni pies ni cabeza, dependiendo de quién seas, te etiquetarán de genio de pensamientos inalcanzables (por elaborados -entrecomillas) o bien te tacharán de imbécil que dices sinsentidos. Ambos casos, pueden estar muy cercanos.

... Y el sueño replicó: en tu rígido mundo, pocas cosas son creíbles ya. En el mío, todo es creíble, pues todo pasa y puede pasar. Hasta puedes ver pasar a Calderón sobre una barca.

Rodolfo N dijo...

HASTA QUE NO SE DESCUBRA ALGO DIFERENTE, QUE MEJOR QUE ESCRIBIR, PARA DESCUBRIR O CONOCER LOS SUEÑOS?

Anónimo dijo...

Yo creo que pensar sólo en la manera de decir las cosas es como empezar la casa por el tejado. Primero hay que saber qué se quiere decir, observar el mundo y verlo en su totalidad, no cerrarse a los mismos temas, los mismos sentimientos de siempre que, sin embargo, se viven de manera diferente. Ya hemos roto (casi) todos los esquemas. Pero la literatura a parte de la estructura es simplemente la respuesta a las preguntas que nos hacemos los seres que vivimos en este mundo. Y siempre habrá nuevas preguntas a las que responder, porque el mundo va cambiando tanto...
Saludos

marfade dijo...

Leer en la pantalla te jode un poco bastante la vista , por eso elegí este post que es mas cortito ,con tantos comentarios me olvide que IVA a poner , creo que era algo sobre los escritores de facultad , bueno chau

Slv Vr dijo...

y por eso te sientes avergonzada? por estar esperando atardeceres que ya estan aqui?
que seria del mundo si no existieramos nosotros, los soñadores.
si, la realidad puede decir que el sueño no es creible. pero no es ese el unico medio que tenemos para escapar de ella cuando se vuelve cruda y amarga?

todos somos un poco hedonistas por naturaleza, que la realidad nos deje disfrutar con nuestros sueños.

me ha encantado, te has vuelto a mirar en el espejo. poco a poco te voy conociendo, vida ajena.

un beso desde la jungla.

Anónimo dijo...

Me ha encantado tu reflexión. Me recuerda mucho a un libro de Vila-Matas, Bartleby y compañía. En este caso se habla de una no-escritura muy concreta: trata de los escritores que dejaron de escribir, o incluso de los que no escribieron. El caso de Rulfo es paradigmático, como el de Rimbaud. O Pepín Bello, creo que era, que jamás escribió nada pero fue una influencia importante en el mundo literario.
También me ha recordado bastante el mismo tema pensado desde otro punto de vista en El hombre rebelde, de Camus. La no-escritura es también escritura, decir que no se puede decir, es decir...
Y me recuerda mucho la obra de Cortázar, que va de la perfección a la imperfección, pues sus primeros cuentos publicados son probablemente lo más perfecto técnicamente que escribió. A partir de ahí, la búsqueda siempre fue más importante que el hallazgo, y su obra está llena de metáforas que aluden a esta búsqueda, que es una lucha contra las palabras, o una búsqueda de los límites de la palabra, donde esta ya sea otra cosa y no sólo la palabra... En resumidas cuentas, lo suyo no es una primorosa construcción del lenguaje, sino un darse de hostias con el lenguaje.

Y bueno, yo personalmente creo que de algún modo es verdad que la escritura moderna debe caminar un poco al borde del abismo. Sólo nos acercamos a lo que significa la literatura si nos alejamos de ella de vez en cuando para observarla desde fuera, o tratamos de llevarla a sus límites, donde deja de ser literatura. En ese sentido, las dudas que describes, los abandonos, el reirte de ti misma... quizá sean precisamente el camino para escribir, y no otro.

simalme dijo...

Pakito, una alegría tu comentario. Acertado como todo lo tuyo e interesante. Seguiré leyéndote. Muchas gracias, te debo un café.

carlosasecas dijo...

Al escribir, por más que se trate de narrar algo que ha sucedido en realidad, lo que termina en signos y palabras ya es parte de otra ilusión que sólo se reinventa cuando alguien le otorga vida.

Le mando aquí un texto que me surgió intentando describir la realidad y, luego de escribirlo, más se parece a un sueño, un absurdo sueño:

http://nadiesedespide.blogspot.com/2005/10/el-uno.html

el hemíptero ficticio despertando a la realidad.