13.12.07

El virus navideño del círculo en el Tetris

La tonta del pueblo manoseando una dentadura postiza que, al rato, mete en el bolso junto con las demás cosas, pañuelos, pintalabios, monedas...

La tonta del pueblo clavándome en el estómago el codo para ver por la ventanilla del autobús algo que le interesaba.

La "churra" discreta del Adán de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel.

Los centros comerciales abarrotados.
Un frío que impide ir por la noche a natación, por mucho que sea climatizada.
Y vacío, vacío de miedo por palabras cercanas, quimioterapia, menisco... Nervios de las cenas de Navidad, solos, siempre la misma comida, pero nervios, ansiedad, crisis, papel de consoladora oficial y de aguafiestas, por no saber callarme, también. Problemas, dónde está más tiempo, aquí o allí, siempre allí, no lo vemos, esto no me gusta, después de tanto esfuerzo... Y siempre menos felicitaciones de las que esperas, y empezar el nuevo año con la sensación de ser la gilipollas en la que nadie piensa y la que a todos recuerda. Un círculo en el Tetris. De pronto mi familia son desconocidos, mis amigos me hacen sentir más sola, y yo soy más yo que nunca, dándome cuenta de que quiero huir, volar, salir, cualquier sitio es bueno, menos este.

1 comentario:

Rodolfo N dijo...

Las angustias permanentes...
A veces las navidades no son bienvenidas, y no nos damos cuenta que es un día mas que nos abre las puertas del futuro que seguramente debe traer felicidad...
A veces somos injustos, pero lástima que nos damos cuenta tarde...
Besos