Las cosas siempre vienen juntas. Cuando después de un tiempo vuelve tu mejor amigo, también hay una fiesta de cumpleaños donde te lo pasas pipa. Cuando estás preocupado porque un familiar tienen problemas de salud, también los tiene otra persona cercana. En los días estos de apuntar en la agenda de lo libre, contento y completo que te has sentido, agárrate a la silla, que mañana vendrán varias noticias malas juntas (también al contrario, menos mal). Distintas interpretaciones de ésto:
- Un pesimista: No rías muy fuerte que al día siguiente viene la tormenta. No hay bien que cien años dure.
- Un optimista: Después de un día malo viene uno mejor. No hay mal que cien años dure.
- Un poeta: Es un cúmulo de casualidades que responden a una historia completa, cada día cambiante. Estas casualidades tienen siempre un mismo signo porque no lo son tales.
- Solomon y Corbit: El cuerpo humano responde a las novedades con intensidad. Cuando pasa el tiempo y se ha habituado al estímulo, baja el grado de reacción con lo que, acostumbrado a un tipo de afecto, al bajar de nivel, el organismo lo interpreta como una reacción del signo contrario. Por ejemplo, siempre has querido un Ferrari. Tu padre que es rico te lo compra. Los primeros días eres el hombre más feliz del mundo. Hasta que te habitúas, tener tu Ferrari ya es algo normal, y ahora quieres una Harley y te entristece no tenerla. o simplemente piensas que el Ferrari no te da la felicidad y que te falta algo.
Perforaciones
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La realidad es como un muro con el que a veces chocamos y otras somos
capaces de traspasar.
Hace 3 horas