4.4.08

Atonement (Expiación)

Tuve la mala suerte de ver la película antes que leer el libro. Y no porque ver en pantalla lo escrito, como término medio, fastidie la lectura, no. No es el caso de "Muerte en Venecia", que se complementan y, siendo la misma historia, se viven de manera distinta, cada autor deja su sello. Pero no es el caso de esta película, de Joe Wright, que es un corto y pego del libro (por eso a veces su engañosa calidad). El argumento y la visión especial de Ian McEwan están reflejados en los pocos momentos que valen en el film. Pero lo común (una vez que se lee la novela te das cuenta) son los malentendidos, confusiones y, al fin y al cabo, un traslado a la pantalla efectista y sentimental. Por ejemplo, Robbie, tras salir de la cárcel, agradece los atardeceres como agua de Mayo, ha estado anteriormente tres años encerrado sin ver la luz del sol (algo que no se da a entender para nada en la película). También en la guerra le parecen una maravilla y un oasis de felicidad las puestas de sol, incluso la de Dunkerque tras los bombardeos de los alemanes, con cadáveres por los suelos y por los árboles. Traducción de esto en el film: Nada de cárcel, nada de lo que él piensa o presuponemos que piensa, sólo un plano secuencia de un atardecer en la guerra. Su connotación se ha perdido, y aún así hacen una secuencia larguísima con una fotografía espectacular.
Hay muchas más confusiones y malas interpretaciones, como la de la niña cogiendo de un cajón "la carta". Todos entendemos que ha inventado la carta, o que va a casa de Robbie o no se sabe. Pues no, es más simple, va a la habitación de la hermana y la roba.
No sólo de esto carece la "obra" de Joe Wright. Prescinde de muchas escenas vitales, emocionantes, para reducirse al eje cronológico de los hechos. La pierna de un niño en pijama en un árbol, y cómo le afecta a Robbie. Lo que piensa y siente Briony, la niña ya enfermera. Todo eso se pasa por alto. Y así, para mi gusto, se pierde la profundidad de los personajes y lo que de verdad diferencia la obra de Ian McEwan.
Todo me retrotrae a "Orgullo y prejuicio", también de Joe Wright. Carece exactamente de lo mismo. Lo que en la novela Jane Austen hace interesante, con chispa, el director en la película lo hace sentimental y sensacionalista, con unas interpretaciones infantiles. Cara de enfado=enfado, y no hay más. Esto me lleva a hablar de los actores. Qué voy a decir de Kiera Knightley. Parecía que estaba dotada de cierta frescura en "Piratas del Caribe", pero en estas dos películas está falsa, con actitud perenne de posado, sea con la boca abierta, sea poniendo morritos o echando hacia atrás los hombros al mejor estilo Ana Obregón. Y lo peor, no deja transmitir nada de la ternura que tiene esta Cecilia. ¿Qué piensa cuando sale de la fuente tras romperse el jarrón?... ni idea. Eso sí, James McAvoy está espléndido (nada nuevo, como en "El último rey de Escocia"), dando muchas veces información que debería haber y de la que la película carece. Por ejemplo, su cara y sus gestos son los únicos datos que tenemos de su estancia en la cárcel. También se destacan Vanesa Redgrave (siempre estupenda) e incluso la niña Briony (nominada a los globos de oro y a los Oscars), con ese terrorífico "I saw him with my own eyes".

4 comentarios:

Josep dijo...

Hemos coincidido, por casualidad, comentando lo mismo; coincido contigo, salvo en que a mi, McAvoy no me gusta nada.

Saludos.

Fernando García-Lima dijo...

Tengo muchas ganas de leer ese libro... La peli me dejó muy muy frío. Muchos bostezos, recuerdo. Estoy contigo.

Besos

Anónimo dijo...

Esto... no te gustó mucho la película, verdad? un saludo!!

simalme dijo...

Josep, sólo tienes que ver a MacAvoy en "El último rey de Escocia" para darte cuenta de que es bueno. Aunque, claro, hay gustos para todo.

Fer, sí, a mi también me dejó fría. y lo peor de todo es que me fastidió el libro.

Aljorista, me gustó el argumento,e es decir, lo que copia del libro.