21.4.08

Llevo desde mi cumpleaños como en suspenso. Los días y los segundos han flotado por encima de mí, como para dejar más claro aún lo de que todo pasa muy rápido. Quiero encontrar una salida hacia la risa, pero me he dado cuenta de que no hay de qué salir. Lo último que quería de más joven era una vida tibia. Y es lo que tengo. Cada segundo mediocre es un ladrillo que me impide ver mis ilusiones en el muro de la rutina. Eso sí, cuando voy sola por medio de la ciudad voy cantando con mi música puesta, y logro relajarme en el autobús, a veces incluso estoy cerca de dormirme, y en la biblioteca miro cada persona que pasa y sonrío para mi misma con cada anécdota que logro atrapar. Sigue fascinándome la gente, y la vida, debe ser. Muchas veces me pregunto qué pensaría alguien como yo de una persona parecida a mi, cuando estoy andando sola, mirando hacia arriba y a cada cara que pasa. Quizá que tengo una edad indefinida, con mis andares y gestos infantiles, o que sería alguien neutro, indiferente... No sé.
Este fin de semana han venido unos amigos míos de la otra punta de España. Quedamos con ellos dos días. Los dos días tuvimos que venirnos mucho antes porque se estropearon los coches. Ni siquiera era el mismo coche, ni la misma avería, ni les había pasado nunca nada parecido. En dos días consecutivos tuvimos que llamar a dos grúas distintas. Y nos cayó el diluvio universal. Sí, en Sevilla, y a finales de Abril. En esos momentos sólo queda esperar, te quedas como manteniendo la respiración y te preguntas ¿quién o qué quiere decirme qué?, ¿qué significa todo esto?. Y te quedas un poco más tranquilo cuando te das cuenta de que todo empieza a ir como siempre, ni bien, ni mal.

4 comentarios:

Rodolfo N dijo...

Creo que sos una mujer que piensa y sobre todo que siente...
Que se disfraza todos los días de sí misma para encontrar el mundo de los otros...
Que su inconformismo la hace sentirse distinta y a veces descolocada, sin percibir claramente todo lo bueno que su espejo le devuelve en reflejo...
Interesante personalidad, creo...

rubén dijo...

A menudo siento lo mismo. Lo nuestro es eso que llaman bobarismo. Otras veces soy capaz de entusiasmarme con la cosa más tonta. Comerme una fresa puede resultar una experiencia maravillosa que compense todo un día mediocre. Y te juro que no he leido ni un sólo libro de autoayuda.

Besos

Joselu dijo...

De esa vida tibia, de esa vida neutra, sacamos a veces instantes de eternidad como este en que te envío este comentario como una flecha zen.

Jesús dijo...

Y ni frío ni caló. 0 grados que dirían.

A veces todo es mas sencillo de lo que parece. Lectura, yoga, terapias ocupacionales. Soluciones de la vida moderna para problemas de la vida moderna.


Hablar y reir. Y que se pare el mundo !