6.8.08

Oda a Sosoman (comúnmente conocido como "rancio vulgaris")


Oh, tú¡
el de rostro cadavérico inexpresivo,
y mundo burbuja
en el que te bastas y te sobras.
Los demás son meros bichos
con forma
artrópoda,
miriápoda.
Qué sería el mundo sin tus pensamientos
(nunca expresados)
sin tus sentimientos
(siempre temidos y negados).
Gracias a tus reflexiones
(que nadie conoce)
se descubrieron axiomas certeros,
gracias a tus intuiciones
(asustadas por ende)
se escribieron grandes poemas
tan épicos como tus silencios.
Perdonando
el aburrimiento somnífero
que provocan tus conversaciones
microscópicas
y obvias
como tus complejos
admiramos tu valentía
en los tiempos que corren
por elegir
no elegir,
ser nadie,
callar,
ignorar,
pasar,
mirar a otro lado,
tapar,
y, en fin,
definirte como un ser cobarde,
con miedo a todo,
especialmente a los demás,
y a uno mismo.
En el fondo
(al final de las fosas Marianas)
te tengo cariño,
por ser más thanatos
que eros,
(qué demonios será eso?)
y jactarte de ello
(¿quién tendría el valor?).
Tu único problema es que los demás existen,
(quién demonios les mandaría),
y hablan, y sienten y preguntan,
y se mueven y
en una de esas,
ay¡
pueden romperte la burbuja...


(No tengo miedo de ofender a nadie, porque nadie se dará por ofendido. Siento decirlo pero, para todos va. Oda en realidad a lo que nos esté convirtiendo en esos montones de mugre insípida, sea lo que sea)

1 comentario:

carlosasecas dijo...

De entrada suena muy divertido pero, en el fondo, creo que alguna vez a todos nos ha tocado evadir nuestra naturaleza para actuar -o mejor dicho: no actuar- bajo la dictadura del miedo y la represión "ad libitum".
Aún en este "reclamo burlón" (si es que se le puede llamar de algún modo) le gana a usted la querencia y la comprensión por los demás (ni modos: está en su naturaleza de generosidad).
Abrazos desde el otro lado del charco.